Lectio Divina viernes 22 de octubre 2010, Tiempo Ordinario, Ciclo –C- Lecturas: Efesios 4,1-6; Salmo 23; Lucas 12, 54-59
Decía también a la gente: «Cuando ustedes ven una nube que se levanta en el occidente, al momento dicen: "Va a llover", y así sucede. Y cuando sopla el sur, dicen: "Viene bochorno", y así sucede. ¡Hipócritas! Saben explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran, pues, este tiempo? «¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
● El evangelio de hoy nos presenta un llamamiento de parte de Jesús para aprender a leer los Signos de los Tiempos. Fue este texto lo que inspiró a Juan XXIII el convocar a la Iglesia para prestar atención a los Signos de los Tiempos y percibir mejor las llamadas de Dios en los acontecimientos de la historia de la humanidad.
● Lucas 12,54-55: «Cuando veis que una nube se levanta por occidente, al momento decís: `Va a llover', y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: `Viene bochorno', y así sucede.”. Jesús verbaliza una experiencia humana universal. Todos y todas, cada cual en su país y en su región, sabemos leer los aspectos del cielo y de la tierra.
● Lucas 12,56-57: Y Jesús saca la conclusión para sus contemporáneos y para todos nosotros: “¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?”
● Lucas 12,56-57: Y Jesús saca la conclusión para sus contemporáneos y para todos nosotros: “¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?”
● Lucas 12,58-59: “Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.» Uno de los puntos en que Jesús más insistía es la reconciliación.
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
“¿Cómo no saben interpretar el tiempo presente?”; “mientras van de camino”. De nuevo, dos expresiones que se relacionan con el tiempo. La primera remite a aquel tiempo singular de la presencia y el ministerio de Jesús. El apóstol Pablo lo caracterizaría más tarde como “la plenitud de los tiempos” (Gál 4,4). Era el momento tan esperado, los días por los que el pueblo suspiraba... y que no reconoció cuando llegaron; como también Jesús era el esperado de los tiempos, y su pueblo, salvo un puñado de discípulos, no lo identificó en la palabra y las prácticas de su misión liberadora, ni en la verdad radical de su persona. Ese tiempo es, sin embargo, el que sujeta todos los demás: el del cumplimiento, y a Jesús, que vino con un tiempo así bajo el brazo, lo confesamos como principio y fin, alfa y omega, y añadimos: suyo es el tiempo y la eternidad.
“Mientras van de camino”. Aquí el tiempo apremia. Hay un plazo, marcado por la distancia que media entre el punto del camino en que están los litigantes y la audiencia del juez. Antes que sea tarde, antes que hayas llegado a presencia del tribunal, antes que la noche acabe y que la puerta se cierre... Antes, antes. Ya no es la invitación a la paciencia, a la espera confiada, activa, sosegada; es la urgencia del momento, como la de una exploración médica a fondo nada más aparecer unos síntomas inquietantes, como la de una operación de salvamento. El arte es largo, y la vida, breve.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
"¡Darnos cuenta" del momento en que nos encontramos! Dios conduce la historia, Dios sigue actuando HOY. Más que dolernos añorando la Iglesia del pasado... Más que evadirnos soñando la Iglesia de mañana... Es preciso, según la invitación de Jesús, "darnos cuenta del momento en que nos encontramos". Sus contemporáneos en la Palestina de aquella época no supieron aprovechar la actualidad prodigiosa del tiempo excepcional que estaban viviendo. ¿Y nosotros? La finalidad de la "revisión de vida" es tratar, humildemente de "reconocer" la acción de Dios en los acontecimientos, en nuestras vidas... para "encontrarlo" y participar en esa acción de Dios... a fin de "revelarlo", en cuanto fuere posible, a los que lo ignoran. Señor, ayúdanos a vivir los menores acontecimientos de nuestras vidas, como los mayores, a ese nivel. Reconocer participar, revelar tu obra actual.
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
¡Señor, concédenos reconocer los tiempos de nuestra vida, con los dones que traen y las llamadas que hacen resonar! ¡Que abramos las manos para recibir los dones, y el oído interior para acoger las llamadas! Amén.
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: La invitación hoy es a valorar el tiempo en que estamos viviendo. Miremos estas: “Paradojas de nuestro tiempode george carlin
Tenemos edificios más altos y temperamentos mas reducidos; carreteras mas anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.
Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.
Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.
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