Lectio Divina lunes 25 de octubre 2010, Tiempo Ordinario, Ciclo –C- Lecturas: Efesios 4, 32-5,8; Salmo 1; Lucas 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: «Seis días tienen para trabajar; vengan esos días a que los curen, y no los sábados.» Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?» A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
• Lucas 13,10-11: Jesús está en la sinagoga en un día de reposo. Cumple con la ley, guardando el sábado y participando en la celebración con su gente. Lucas informa que Jesús estaba enseñando.
• Lucas 13,12-13: Viendo a la mujer, Jesús la llama y le dice: “¡Mujer, queda libre de tu enfermedad!”. La acción de liberar se realiza por medio de la palabra, dirigida directamente a la mujer, y por el toque de la imposición de las manos. Inmediatamente, se pone de pie y empieza a alabar al Señor.
• Lucas 13,14:. El jefe de la sinagoga se volvió furioso viendo la acción de Jesús, porque había curado a la mujer un día de sábado:
• Lucas 13,15-16: El jefe condenó a las personas porque quería que observasen la Ley de Dios. Aquello que para el jefe de la sinagoga es observancia de la ley de Dios, para Jesús es hipocresía: "¡Hipócritas!¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?
• Lucas 13,17: La enseñanza de Jesús deja confusos a sus adversarios, pero la multitud se llena de alegría por las maravillas que Jesús está realizando:
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Parece una provocación. Jesús no sólo cura en sábado, sino que parece esperar al Sábado para curar. Y además lo hace en el centro de reunión religioso, esto es, la Sinagoga. Podríamos decir que en el meollo de las instituciones religiosas. No se esconde. No se arredra. Sabe muy bien distinguir qué es una actitud proveniente de Dios y qué es aquello cuya construcción humana entorpece el encuentro con el Dios Padre que viene a predicar. Y no se amilana. Lo denuncia y procede de un modo provocador. Descarado diría yo. No contemporiza con el mal. No lo encubre y deja la injusticia estar. Es tan evidente el mal que incluso sus adversarios quedan avergonzados.
Independientemente de cómo se presente el mal en nuestros días, está claro que la actitud del seguidor de Jesús debe ser beligerante. No debe dar tregua a la lucha contra toda forma de opresión que encadene a los hombres y las mujeres a modos indignos de existir. No puede pasar de largo ante las ataduras que hacen del ser humano alguien sometido a poderes más o menos ocultos. Ni aunque estos lleven nombres sagrados. Sabemos que la religión puede ser un arma potente para ayudar a los poderosos y, de este modo, que el orden de cosas no cambien en favor de los más pobres, los más humildes, lo que cuentan menos.
Romper las cadenas para que todos sean libres significa hacer gestos, acciones, evidentes que inviten a todos a ser más personas. Romper las ataduras es sumarse al plan salvífico de Jesús que quiere una humanidad nueva. Ahí es donde deben reconocernos como discípulos.
Nadie duda que, por el hecho mismo de ser coherentes, estamos destinados a reproducir el mismo destino, el mismo método y acciones de Jesús.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Esta vez se trata de una persona que no puede enderezarse para mantenerse en la posición normal y digna de "estar en pie". Qué desgracia verse reducido a mirar siempre al suelo, sin poder contemplar las caras de sus interlocutores, sin posibilidad de mirar hacia arriba. Un símbolo de la humanidad "cautiva". Contemplo esa escena: Jesús "de pie" junto a esa mujer "enferma". Antes de que ella le hiciera petición alguna, Jesús toma la iniciativa: pone las manos sobre la espalda encorvada, y al instante le queda enderezada ¡Señor, enderézanos! ¡Señor endereza a todos los que van siempre inclinados hacia el suelo!
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Líbranos, Señor, de todas nuestras cadenas, de todas nuestras esclavitudes. Haz que seamos sencillos, como la gente que sabe "maravillarse". ¡Que jamás no falle una ocasión de maravillarme de ti! Y que tenga yo el valor de realizar gestos como el de Jesús, para que también la gente se maraville de ti. Amén.
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: Hoy podríamos alegar que no tenemos el suficiente poder para enderezar a alguien de una enfermedad como la mujer del evangelio. Pero sí tenemos la capacidad para dar un: “abrazotote”
Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es el abrazo.
Cuando nos tocamos y nos abrazamos, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos. Algunas veces NO encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos, el abrazo es la mejor manera.
Hay veces, que no nos atrevemos a decir lo que sentimos, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se puede contar con el idioma de los abrazos.
Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado.
Acrecienta la voluntad de vivir en los enfermos. Pues debes saber que CUATRO abrazos al día son necesarios para sobrevivir, OCHO para mantenerse y DOCE para crecer como personas.
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