Lectio Divina martes 08 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Génesis 1,20-2,4; Salmo 8; Marco 7,1-13
PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
A SU IMAGEN Y SEMEJANZA
1. Hagamos la LECTURA
Y dijo Dios: «Pululen las aguas un pulular de vivientes, y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo.» Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que el agua hizo pulular según sus especies, y las aves aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: «Crezcan, multiplíquense, llenen las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra.» Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.
Y dijo Dios: «Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus especies.» Y así fue. E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.»
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: «Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra.» Y dijo Dios: «Miren, les entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla les servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento.» Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo el trabajo que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de todo el trabajo que Dios había hecho cuando creó. Ésta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.
VEAMOS NUESTRA REALIDAD. "Pasó una tarde, pasó una mañana"... ¡Qué me dice! ¡Una tarde y una mañana! Demasiado tiempo para nosotros que tenemos miles de cosas que hacer en el día… E inventamos aparatos cada vez más rápidos y eficientes que nos permitan optimizar nuestra vida…Y en cuanto a la oración llegamos hasta culpar a Dios porque no se da prisa en contestar nuestras peticiones. ¡Pobres ilusos! Estamos llamados a compartir la eternidad de Dios, y nos empeñamos en que Dios comparta nuestras prisas.
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Después de la creación de las cosas inanimadas viene la creación de los vivientes: peces, pájaros, animales terrestres, y el logro supremo, el hombre y la mujer, formados a imagen y semejanza de Dios. Éstos son especiales, porque Dios mismo los pone al cuidado de toda la creación, ya que la tarea de trabajar constantemente por la integridad de la creación es de mucho peso y responsabilidad.
RESPETAR Y AMAR LA CREACIÓN
En el “Catecismo de la Iglesia Católica ” promulgado por Juan Pablo II en 1992 se nos hace una seria advertencia en relación con la creación: “el uso de los recursos minerales, vegetales y animales del universo no puede ser separado del respeto a las exigencias morales. El dominio concedido por el creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto: está regulado por el cuidado de la calidad de la vida del prójimo incluyendo la de las generaciones venideras; exige un respeto religioso de la integridad de la creación” (nº 2415).
La vieja Europa vivió una ilustración y posteriormente todo un proceso de secularización: sólo Dios es Dios; no hay lugar para el fetichismo; el hombre es el dueño del universo; el progreso depende de nosotros y no de milagros del creador. Pero este señorío no puede ser arbitrario o incontrolado, pues el cuidado o descuido de la creación afecta a la calidad de la vida humana.
No hay que aceptar exageraciones demagógicas sobre el riesgo de inminente desaparición de la especie humana por estar ya rozando el límite de sus recursos; el planeta tierra, bien administrado, permite que el actual número de habitantes se multiplique notablemente. Pero de hecho la alarma ha sonado ya: escasea el agua, se deforesta el trópico, se destruye la capa de ozono, se desertizan anualmente miles de hectáreas de terreno cultivable. Y todo ello no es un asunto indiferente a la ética ni a la conciencia cristiana, pues afecta directamente a la dignidad de la vida humana, de la generación actual y de la futura.
La Palabra nos hace hoy una apremiante invitación a tener una mirada profunda, que traspase el espesor de las cosas para percibir el sentido de las mismas. Hemos de respetar y amar la creación, viendo en ella el regalo que Dios nos ha hecho como signo del amor que nos tiene, y percibiéndola al mismo tiempo como tarea: cultivar con cariño este jardín de edén.
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Dios ha creado el universo, y lo ha puesto en nuestras manos. Nosotros somos los que le damos unidad a todo lo creado en razón de que Dios nos constituyó en cabeza, en responsables de la creación. Nuestro trabajo hecho de un modo responsable debe ir, día a día, logrando que nuestro mundo sea no sólo una digna morada para nosotros, sino que se tengan los avances necesarios en todos los niveles para que podamos disfrutar al máximo, de un modo que no nos destruya ni nos degrade, aquello que Dios nos ha confiado.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Oh Dios, creador de todo lo que existe: Te damos gracias por haber creado seres humanos a tu imagen y semejanza. Que esto signifique para nosotros no solo que somos capaces de amor y bondad, misericordia y generosidad, sino que, a tu imagen y semejanza, podamos usar nuestro corazón y nuestra imaginación para ser inventivos y creadores amando, dando, perdonando, y formando comunidad, como tú, nuestro Dios que vives y reinas ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: Lo que somos, nuestro ser único e irrepetible, y nuestro poder de amar… todo viene de Dios. Que Dios nos dé ojos claros para admirarle en la creación y una voz poderosa para darle gracias y alabanza. “Y DIJO DIOS…”
Dijo Dios: “Hombre, ¡tú serás inmensamente feliz! Dijo el Hombre: “¡No! Yo no quiero ser feliz. Preguntó Dios: “¿Por qué no quieres ser feliz?” Contestó el Hombre: ¡Porque no me da la gana! Preguntó Dios al hombre: Si no quieres ser feliz... ¿Qué quieres ser? Contestó el Hombre: Quiero ser ingeniero, arquitecto, rico y dueño del mundo...
Todo ser humano busca en su vida ser feliz. No es tarea fácil. De hecho, vemos a muchas personas tristes, aburridas, cansadas.... La sociedad, a través de sus medios de comunicación y propaganda, propone un estilo de vida que declara felices a unas determinadas personas. Estemos o no de acuerdo con ello, la verdad es que a menudo participamos de su forma de ver las cosas. Vamos a reflexionar sobre todo esto. ¿Qué caminos sugiere nuestra sociedad para llegar a ser felices? ¿Qué crees tú que hace falta para ser realmente feliz?
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