miércoles, 2 de febrero de 2011

25 ANIVERSARIO  DE LA ERECCIÓN Y CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO PARROQUIAL DE SANTA MARTA EN LA Y GRIEGA. 
3/8/1986 AL 3/8/2011


25 años caminando
“En un principio nuestra comunidad parroquial se inició con una pequeña Ermita, con características propias, poca población, poca solvencia económica y que podía ser atendida por el cura párroco y los diferentes coadjutores de la parroquia de la Soledad. Con el transcurrir del tiempo, el 29 de julio se creo la Coadjutoría de Santa Marta; para entonces la población había aumentado considerablemente, con posibilidad de poder mantener la casa cural y un sacerdote permanente. Por tal razón se inician los libros parroquiales de bautismos, matrimonio, difuntos y administración de sacramentos, así como las diferentes actividades pastorales, contando para entonces con la edificación estructural de la Iglesia. Siendo Santa Marta una coadjutoría, la costumbre hizo que se le llamara y tomara en cuenta como una parroquia más. No fue sino hasta el V Sínodo Arquidiciocesano que en una revisión de las ermitas, coadjutorías y parroquias, se llegó a la conclusión de que Santa Marta no era parroquia. Por esta razón se vio la necesidad de nombrarla como tal. De esta manera en la sesión Nº 50 del 23 de enero de 1985 se aprueba la anterior decisión y en virtud del canon 515, párrafo 2 se decreta la Nueva Parroquia de Santa Marta, cuyo territorio comprende los barrios de Carlos María Jiménez, Plazoleta Méndez, Santa Marta, Sauces, Malot, Jardínes de Cascajal y Tiribí

Presentación

Con el deseo de que cada uno de nosotros recordemos que hace 25 años se llevó a cabo la Erección y Consagración del Templo Parroquial de Santa Marta y que fue exactamente el día 03 agosto de 1986: He querido sacar a la luz esta agenda 2011, con algunas reseñas históricas de la comunidad, la cual realizó en su momento CECODER, con el fin de conocer la relación que existe entre la Iglesia de Santa Marta, en torno al crecimiento y desarrollo de las fincas cafetaleras y potreros de la Y Griega y Tiribí, para desembocar en una comunidad capitalina, conformada hoy día por trece sectores o barrios.

De tal manera que sea del conocimiento de todos, la verdadera historia vivida por nuestra gente, identificando sentimientos, creencias e inquietudes, así como el deseo inacabable de superación moral y espiritual que aún se mantiene.

En esta agenda 2011, presentaré algunas cosas de interés como el relato de la primera Ermita que se construyó en Santa Marta, la historia más completa y jamás contada a través de testimonios de miembros de la comunidad. Todo esto acompañado, respaldado de los resultados estadísticos obtenidos del Censo Socio Económico y Religioso elaborado en la última semana del mes de diciembre de 1985 y el primer mes del año 1986

Gran parte de este trabajo se toma del folleto entregado a la comunidad el día de su Erección y Consagración del Templo Parroquial, el 03 de agosto 1986, el cual fue elaborado por CECODER Y DIRIGIDO POR EL ENTONCES PBRO. ORLANDO NAVARRO ROJAS.

Con mucho cariño para los miembros de la comunidad de Santa Marta y de todos aquellos que tengan en sus manos esta agenda 2011.




Pbro. Walter Marchena Cordero
Cura Párroco de Santa Marta


Diciembre 2010



PRIMERA PARTE
RESEÑA HISTÓRICA Y GEOGRÁFICA DE LA COMUNIDAD DE SANTA MARTA.

UN PASADO RECIENTE
En la memoria que comprenden las distintas localidades que componen la comunidad, se guardan profundas huellas; y las características del nacimiento y la configuración de la comunidad de Santa Marta y su historia.  También se encuentra en ella la transformación paulatina de un sector rural, colmado de fincas sembradas de café, potreros, acequias, hasta llegar a conformar un sector urbano, además de la gran fe de la comunidad que se desarrolla con la construcción de la Ermita, que representa en primer lugar el esfuerzo y la lucha de una comunidad que se vino gestando en la sencillez, la alegría, la honradez y el respeto de aquellas familias que asentaron su vida y su futuro alrededor de la primera Ermita “... allá por el año 1946, si mal no recuerdo”, nos dice el testimonio de la niña Luz Cardoza.

Hoy día, los trece barrios que componen la comunidad de Santa Marta, limitan con dos cantones y tres distritos, siendo así su distribución:
La situación geográfica de la comunidad de Santa Marta colinda al sur el Barrio Tiribí, que se extiende hasta llegar al puente sobre el río del mismo nombre, limitando con el Cantón 3º de Desamparados.  Al norte, el barrio Carlos María Jiménez, colinda con el Naciones Unidas que pertenece al Distrito 4º Catedral.  Por otro lado, la parte trasera de los Barrios Plazoleta Méndez, Caribe e Hispano, limitan con el Distrito 5º  Zapote y pertenecen al Distrito 6º San Francisco de Dos Ríos.
En el sector este, se encuentran los barrios Santa Marta, el Faro los Sauces, Maalot, que pertenecen al Distrito San Francisco de Dios Ríos.  Al oeste, se ubica el Jardines de Cascajal, Monte Azul, Cerro Azul y Arboleda, que es parte del Distrito San Sebastián, al cual se suma también el barrio Tiribí.

“Así Santa Marta no existía...”, según el testimonio de Doña Marina Poveda era tan solo la llamada Y Griega se encontraba entre dos comunidades recientemente como eran Desamparados y San Francisco, y nos continúa diciendo “solo existía una calle a Desamparados, y otra a San Francisco.  Lo que sí existían eran pulperías, una pertenecía a Don Raimundo Guerrero, otra a Don Armando Céspedes, y también, se encontraba la casa de Don Nino Madrigal, lo mismo que un teatro  de la empresa Urbini, que lo bautizaron “el pulguero” a donde iba mucha gente,  al lado del teatro estaba un billar que administraba Juan Bautista Mora, después pusieron otra pulpería unos “chinos”, esto aproximadamente en 1930”.

A ambos lados de la calle principal y entre los ríos María Aguilar y Tiribí, se extendían las fincas que para entonces conformaban la naciente comunidad de Santa Marta; los cuales se encontraban sembrados en su gran mayoría de café, grano de oro que desde entonces conforma una de las fuentes económicas principales de nuestro país. Aún se pueden observar algunas plantaciones frente a nuestra Iglesia, que nos hacen recordar nuestro verdadero pasado. 

Si caminamos atrás en el tiempo, se encontrarán datos interesantes como que una de las grandes fincas que pertenecía a Don Maclodio Carvajal y Mariana Jiménez, se extendía desde donde se encuentra la actual Iglesia, abarcando gran parte del barrio Santa Marta, hasta llegar donde vive la señora Teresa Poveda, en ese tiempo eran un gran potrero, que tenía una acequia y para el invierno nacían gran cantidad de barbudos , “todo el mundo iba a pescar barbudos y se sacaban en canastos, habían tantos…”, nos dice doña Nelly Zúñiga. Tiempo después esta finca la vendieron a Don Félix Acuña en 90,000 colones, el cual empezó a venderla en lotes, y se urbanizó. Nos comenta ella también.

SEGUNDA PARTE
Compra del Terreno

Anteriormente los caseríos que componían Santa Marta, dependían eclesialmente de la Parroquia de San Francisco, y esta a la Parroquia La Soledad;  por tanto, los pobladores debían trasladarse a cualquiera de las dos Iglesias, para asistir a misa, realizar los matrimonios, bautizos y otros.
Por el año de 1945, el Cura Párroco de La Soledad, Pbro. José Rafael Cascante, venía a celebrar misas y matrimonios eventualmente, ya que el caserío de Tiribí y Santa Marta, iban aumentando.
Tanto el interés del Padre Cascante como el de los mismos pobladores por tener un lugar donde llevar a cabo sus servicios religiosos, se preocuparon por buscar un terreno y construir una Ermita.  Fue así como el Padre Cascante tomó la iniciativa de buscar un terreno, y gracias a la ayuda del Señor Narciso Ruiz gran colaborador, se dieron a la tarea de encontrar una buena ubicación para establecer el fin que perseguían.
En un principio les ofrecieron un terreno en el barrio Tiribí, pero la opinión de la gente era que sería mejor, un lugar más céntrico y cómodo para todos, además el precio del mismo era un poco elevado, por tanto, se desechó la idea de comprar allí.  También ofrecieron regalar un terreno para edificar la Ermita, este se encontraba donde, se ubica actualmente el salón de baile El Jorón. (Hoy Génesis)
La razón para no tomar este terreno fue más fuerte, ya que al frente del mismo se hallaba una hostería y a menos de cien metros al sur, se ubicaba otra.  El Padre Cascante consideró que no era un lugar indicado para que se levantara una Iglesia.
Después de muchas dificultades y penalidades para encontrar un sitio adecuado, en donde levantar el futuro Templo, apareció un terreno de 3/4 de manzana, situado unos pocos metros al sur de la Y Griega, sobre la carretera que conducía a Desamparados.
Para entonces (1946) el dueño del terreno el doctor Blanco Cervantes, vendía (el terreno donde se encuentra actualmente la Iglesia) en 60,000,oo colones, a pagar en cuotas mensuales de 500 colones.  “¡Figúrese, mis suegros vendieron en 90,000,oo toda la finca y a Santa Marta le vendieron esa partecita en 60,000,oo”!, nos cuenta doña Marina Poveda.
Al fin se tenía ya un lugar seguro, y poco a poco se fue sumando más gente al proyecto, ya que se entraría en una nueva etapa, “La Edificación”.


TERCERa PARTE
Construcción de la Ermita de Santa Marta

Los primeros pobladores de los diferentes sectores y barrios que componían esta comunidad parroquial, era gente sencilla, pobre, de trabajo, muy honrada y de una gran fe cristiana, que unidos al cura párroco de la Parroquia de La Soledad, el Pbro. José Rafael Cascante, decidieron plasmar la idea de construir la Ermita en la antes llamada Y Griega.
El sacerdote rodeado de grandes colaboradores como lo fueron las hermanas Cardoza, Luz, María y Marta, Luz Monestel, y el Señor Narciso Ruiz, quienes lucharon por adquirir el terreno para la construcción del primer “galerón”, donde poder celebrar las primeras misas.
“Al costado oeste de donde se ubica actualmente la Iglesia se levantó un galerón con tablas, de unos 4 metros por 6, era chiquitico, las bancas eran prestadas, de la Soledad y La Merced”, cuenta don Alfredo Vázquez.
Alrededor de él se organizaban los turnos, para poder ir pagando las mensualidades del terreno.
Lo importante, era que estaba salvando gran escollo, lo demás debía lograrse a base del esfuerzo de todo el vecindario, y así comienza a manifestarse el tesón y perseverancia de muchas personas como: Las señoritas Cardoza y Monestel quienes fueron las primeras catequistas, don Narciso Ruiz, primer mayordomo, don Agustín Poveda, doña María de Guevara, las familias Méndez y Carvajal de Plazoleta Méndez, la familia Obando, don Nino Madrigal de la Y Griega, la familia Hernández y Camacho  de Tiribí, don Neftalí Hernández de Carlos María Jiménez.  También otras personas como Manuel Umaña, Raimundo Jiménez, Francisco Saborio, Enrique García, Victor Chaves, Antolín Fallas, Fermín Rodríguez, la familia Poveda y Ovares, Eliseo Madrigal, José Gómez, Melo González, Herminio Hernández, la Familia Delgado, Jeremías Amador, Honorato Arias, Familia Jiménez, Jesús – Bienvenido y Benedicto Carvajal y muchas otras personas más, unidos al Padre Cascante realizaron turnos y diversas actividades para ir pagando el servicio religioso y la deuda adquirida con el terreno.
El 29 de Julio de 1946 se llevó a cabo la primera celebración, del día de Santa Marta, “con un fenomenal turno, desfile de carretones, procesión por todo el barrio, carreras de caballos de palo, rematando con una solemne misa de revestidos.  Recordemos que esto fue algo inolvidable, pues un pueblo tan rural y muy humilde compuesto en gran parte por jefes de familia que eran carretoneros, peones y uno que otro comerciante, muy honorables, todos, respondieron a la gran cruzada  que nos habían propuesto” recuerda la Niña Luz Cardoza.
Con la ayuda de Don Nacirso Ruiz, como mayordomo, que logró conseguir la ayuda de un grupo de reos, para limpiar bien el terreno y levantar las paredes del templo en un material más resistente y poner el techo de zinc y poder agrandarlo mucho más.
La señora Dolores Chinchilla, más conocida como mamá Lola, fue quien con ayuda de los vecinos se encargó de darles café y la comida a los reos que trabajaban en la construcción. 
Don Narciso se dedicaba a la fabricación de las bancas de la Iglesia y de la silla del sacerdote la cual todavía se conserva.  En el año de 1947 se formó la primera Junta Edificadora, que fue integrada por: la Niña Luz Cardoza, Agustín Poveda, Neftalí Hernández, Jaime Guevara, y Juan Obando.  Y ella que fungía como encargada del culto y auxiliar de la mayordomía. Ellos nunca perdieron el ahínco por lograr algo mejor cada día, como tampoco les faltó a las Juntas siguientes, el empeño nunca se perdió, y la muestra la tenemos hoy, ya que hemos llegado a conformarnos como una parroquia, con su erección y consagración
Esta es otra etapa terminada, pero el trabajo no acaba, ahora debemos construir juntos la comunidad de comunidades, que es ora de las metas propuestas y sabemos que también lo vamos a lograr

Cuarta parte
Donación de la Imagen de Santa Marta.

La imagen de Santa Marta, que posee actualmente el Templo fue una donación hecha por Don Alberto Montes de Oca, por un milagro concedido a su familia. Nos cuenta la Niña Luz Cardoza. 
Don Alberto ofreció una promesa de regalar a Santa Marta donde quisieran hacer un templo, por un milagro, muy patente, entonces dice don Alberto, yo la doy en donde me la pidan, corrió a la Parroquia La Soledad, donde conversó con el Padre Cascante, que andaba buscando un terreno en la Y Griega, para establecer la Ermita
Fue así, como se le concedió, él titulo de Patrona de la Nueva Ermita, la que trajo consigo que el caserío, circundante se le bautizara con el mismo nombre, Santa Marta, por tanto, nacía un nuevo Barrio, con nombre propio, desligándose de lo que era tan solo la Y Griega.

Quinta parte
La Iglesia Santa Marta y los Sacerdotes que han Asistido.

Dentro de la formación de las comunidades costarricenses se encuentra una característica común y ellas es la gran influencia que han tenido tanto los maestros como los sacerdotes en el desarrollo de las mismas, de ahí la importancia de conocer sus forjadores.
La comunidad de Santa Marta no queda exenta, ya que el Padre Cascante, en 1946, siendo el cura párroco de La Soledad, puso gran empeño en la búsqueda y compra del terreno para levantar una Ermita que brindara servicio a los caseríos que se encontraban entre Tiribí y la Y Griega inclusive, convirtiéndola en una filial de la Parroquia de la Soledad.  Hasta el año 1961 fue el responsable que, con la ayuda de los coadjutores, entre ellos, el Padre Jaime Chacón, Fabio Chacón y Antonio Troyo.
El señor Benedicto Nuñez da su opinión y dice: “El Padre Cascante fue un sacerdote dedicado a la Iglesia, no veía nada difícil, él veía que las cosas se podían hacer y cierto muy cierto así fue”.
El 29 de Julio de 1961 se nombró al Padre Fabio Chacón, como cura  se destacaba por ser muy activo, fraternal y de gran espíritu de trabajo, que ponía especial empeño en turnos patronales.
La señora Marina Poveda recuerda: “en ese entonces el Padre Chacón venía a vivir con las dos hermanitas que eran ancianitas, él era el menor y muy espiritual”
El Padre Chacón fue un sacerdote que se dedicó a promover diferentes actividades con fines económicos, para sacar adelante la construcción del Templo.
La señora Nelly Ovares dice: “Él era un sacerdote con ideas muy antiguas, él era de rezar el rosario todas las noches en la Iglesia, era de todas esas ideas, entonces uno cogió esa manera de ser, ya uno sabía que con la misa y el rosario y con la bendición de él, y estaba preparado”.
El padre Chacón estuvo por espacio de 6 años como sacerdote al servicio de la comunidad y el 6 de febrero de 1967 es nombrado el joven sacerdote Alfredo Tosso, quien se encargó de la administración pastoral y fue gran entusiasta en la construcción del Templo, y le hace una nueva fachada, realiza gran cantidad de cambios en el interior de la misma, entre ellos la remodelación de las paredes, le pone el bello cielo raso, construye la pila bautismal, le pone nueva iluminación y manda a hacer las bancas. También se preocupó por construir el salón parroquial y es gran iniciador y forjador de la Escuela de Santa Marta.
Sus dieciocho años fueron de entrega, servicio a la comunidad, que lo recuerda y le guarda gran cariño. La señora Nelly Ovares dice: “El Padre Tosso es una persona de un carácter muy recto, él decía que las cosas como se empiezan deben terminar”
Fue un gran amigo, estricto en la construcción de sus ideas, vehemente animador de la comunidad en el canto, la catequesis y la liturgia.
En el año 1985, mediante los cambios realizados por Monseñor Román Arrieta, el 26 de enero traslada al Padre Orlando Navarro, a la comunidad de Santa Marta, quien pone especial atención a la catequesis y a la formación de grupos bíblicos distribuidos en los siete abriros de ese entonces, para obtener una mayor unidad, y con el deseo de terminar la construcción del templo que iniciaron sus compañeros, culmina con la Erección de la Parroquia y la Consagración del Templo

Sexta Parte
Testimonio del Padre Tosso

El 6 de Diciembre de 1966, fue nombrado por Monseñor Carlos Humberto Rodríguez al Padre Tosso como Cura Párroco Titular de Santa Marta, (Así dice el nombramiento) sustituyendo al Cura Párroco José Fabio Chacón Alvarado, que ocupó el cargo seis años (1961 -1967): y el 7 de Febrero de 1967, tomó posesión como Cura Párroco Titular de la Parroquia de Santa Marta y Griega y ya para ese entonces era también  profesor de Religión en el Liceo de San José en Barrio México, con cuarenta lecciones.


a) Estado de la Parroquia a esa Fecha
Era un conjunto de siete barrios o caseríos, separados entre sí por grandes cafetales o terrenos desocupados llenos de matorrales. La relación entre ellos no era muy armoniosa, especialmente por su desigualdad social. El templo quedaba aislado de ellos, los más cercanos eran Santa Marta (Sur del Templo) y Plazoleta Méndez al Noreste. Los límites de la Parroquia eran: Al Norte: calle Naciones Unidas y calle norte de lo que era “Casa de Refugio”; al Sur, el Río Tiribí; al Este por la carretera a San Francisco donde estaba la bomba de gasolina, una línea imaginaria Norte-Sur por el centro de la calle, al Oeste, el Padre Tosso manifiesta nunca supo el límite, pues lo ocupaban extensos cafetales de los Dent, hoy Parque de la Paz.

El Templo estaba a medio construir, no tenía buen aspecto; su estructura de acero y techo de ricalit, había sido comprada en ese tiempo a los Padres Dominicos en  65.000.00 colones, que a su vez la habían obtenido del Gobierno. Eran estructuras donadas por el Gobierno de Bélgica, para gimnasios de colegios. Las paredes de block, y estaban pésimamente trabajadas por reos de la Penitenciaría, las cuales hubo que demoler años más tarde.

B) Económicamente
El estado de la Parroquia era sencillamente paupérrima, el Párroco no recibía ni un centavo. No había para ese entonces una Junta Administrativa, ni cuenta en el Banco, ni libros y que decir de la Casa Cural, ésta era de una pobreza increíble y para colmo, días más tarde aparecieron facturas de almacenes, de pedidos que personas inescrupulosas, habían hecho a nombre de la Parroquia.


C) El Estado Espiritual
Sólo existía un grupo de “Legión de María”, con las niñas Luces a la cabeza (eran dos una Cardoza y otra Monestel) que se reunían cada ocho días, rezaban el rosario y tomaban café en la sacristía. Dichas Luces (niñas) eran a su vez catequistas y nada más.


D) Nombramiento de una Junta Edificadora
En aquel tiempo solo existían algunas personas de buena voluntad, que ayudaban muchísimo a las necesidades de la parroquia. El primer paso fue nombrar una Junta Edificadora, y se nombró con personas de excelente reputación, dos por cada barrio. Además en cada barrio debía nombrarse, un comité de señoras auxiliares de la Junta y promotoras de toda clase de actividades para la Iglesia y la comunidad. Se tomó el firme propósito de no hacer gastos superfluos, imponerse un espíritu de ahorro y de momento no tocar para nada la construcción del Templo. El resultado fue maravilloso: ferias, que terminaron siendo famosas por la excelencia de sus comidas, por la alegría y camaradería reinante, todo estrictamente controlado por Don Miguel Valenciano, tesorero general. ¡Que locura! Expresa el Padre Tosso, “se hizo una rifa de una canasta de víveres y terminó convirtiéndose en un pick up lleno de víveres con arroz, frijoles, azúcar, café, jabón, manteca, etc.”. Paseos al campo debidamente organizados, ¡ah!, Expresa el Padre Tosso, ¡vieras los bailes de los Recuerdos! Para gente mayor, resultaron todo un éxito rotundo y magnífica ocasión  para unir a los vecinos dispersos”.
Entre otras cosas se tomó la resolución de crear una escuela como prioridad principal de la comunidad y de momento dejar la Iglesia, así como estaba (aunque hablara la gente).

Séptima parte
El Salón Parroquial:

Dice el Padre Tosso: Desde que se formaron los primeros grupos juveniles se sintió la necesidad de un salón o gimnasio más amplio para las actividades y convivencia de los jóvenes. Se creo un grupo de adultos que se llamó “Comité para la Promoción Juvenil lo formaban el Lic. Constantino Rodríguez, Don Mario y Doña Teresa Fallas, Don Miguel Valenciano y el Padre Tosso. En el gobierno de José Joaquín Trejos solicitaron ayuda económica a la Asamblea Legislativa.  Doña Teresa Fallas que era tenaz, se prendió de unos diputados amigos y unos meses después  llegó con gran sorpresa un giro de gobierno por 200.000,oo colones, era mucha plata en ese entonces. Luego un mes después llegó otro giro por la misma cantidad, el Padre Tosso creyendo que era una equivocación, llamó a la Asamblea y con gran sorpresa, le aseguraron que la suma aprobada era de ¢400.000.oo. (Claro, se imaginan en ese tiempo ¢400.000,oo seguro se creían millonarios).
Pasó mucho tiempo, hasta que Edificaciones Escolares, hiciera los planos, sacara la obra a licitación, la adjudicaran, etc., cuando la obra se terminó, los jóvenes desesperanzados diciendo que les habían tomado el pelo con lo del “Salón de la Juventud”; había desecho los grupos. Los mayores, comprometidos en la obra, tuvieron gran amargura. Aún así sirvió muchísimo para la catequesis de niños, para reuniones, convivencias, fiestas de la comunidad y particulares. Más tarde fungió como Templo durante varios meses, mientras se demolían las paredes del Templo y se hacían de nuevo. Se dieron algunos cursos del I.N.A. a los cuales asistieron de todas las comunidades menos de SANTA MARTA!!! Se dio un curso de Mecánica Dental impartida por un amigo del Padre Tosso, y solo llegó una persona de la parroquia.

Octava Parte
Remodelación del Templo

Con nostalgia continúa narran el Padre Tosso. Habían pasado casi ocho años y del Templo sólo se había cambiado el antiguo techo de ricalit de aspecto lúgubre, muy negrecido y roto y por uno de buena calidad. Un arquitecto de apellido Arias, propuso algunas modificaciones, que no fueron aceptadas por la Junta.  El Padre Tosso conocía a un maestro de obras de Acserrí, conocido como “Don Ralo”, la Junta con el Padre decidieron que fuera Don Ralo quien se hiciera cargo de la obra, bajo la inspección de Edificaciones Escolares, eso sí, conforme a los esbozos del muy querido Padre Tosso, arquitecto a la fuerza por la Universidad de la vida de Llorente de Tibás. Un Ingeniero hizo algunas pruebas sobre el material de las paredes, su resultado fue fatal, había que demoler las paredes por tramos e irlas levantando de nuevo.
La demolición se llevó a cabo por paños completos y se levantaron en ladrillo doble, conservando las columnas metálicas y cambiando las ventanas en forma de cruz por las rectangulares actuales. No quedó más tren que pasar las misas y otros cultos litúrgicos al salón mientras se realizaban los trabajos.
La fachada del Templo, así como las baldosas laterales norte y sur fueron diseños del Padre Tosso.  La idea era quitarle al Templo el aspecto de cajón con techo.  Con esa fachada el Padre Tosso tuvo muchos problemas muy en especial con el Ingeniero de Edificaciones Escolares que en señal de protesta abandonaron el trabajo.  Hablando con el padre Tosso, manifiesta que la torre llevaba un reloj que nunca se puso.
Pisos, cielo raso, zócalo y nueva instalación eléctrica, todo esto se llevó a cabo casi al mismo tiempo, la razón fue la siguiente: El Padre Tosso tenía un amigo chino muy hábil en el manejo de dineros, un día le dijo al Padre que si él tenía dinero en el banco, y que si era así, lo convirtiera en dólares o lo invirtiera en obras, porque se acercaba una gran devaluación de la moneda.  El Padre Tosso, como consagrado por el Señor e iluminado por el Espíritu Santo, le creyó y de inmediato el Padre Tosso reunió a la Junta y decidieron invertir el dinero que había en las arcas hasta ese momento. El Padre Tosso firmó un contrato con el Señor Rafael Gómez de Cartago, para hacer el cielo raso que tuvo un costo de 200.000.00 y se le abonó el 50%; como la instalación era pésima se contrató a Kikut empresa del barrio quien cobró 40.000.00 y se le dio el 50%; la Junta con el Padre Tosso fueron a la fábrica de terrazo de Doninelli y se contrató el trabajo por 60.000.00 material y mano de obra y se les dio el 50%; con todos se firmaron contratos para que no se quitaran el tiro ni aumentaran después y sobre el terrazo el Padre dio orden que lo pasaran de inmediato al salón viejo, para que no se fueran  arrepentir después. ¡Bingo! Se vino la devaluación de la moneda el dólar pasó de ocho colones a sesenta colones de un solo golpe; pero los contratos estaban bien amarrados con el 50%.
El Padre Tosso recuerda con jocosidad que Don Rafa  Gómez y Doninelli al terminar el trabajo, le dijeron: “¡Padre, que jugada nos hizo usted! Esos trabajos hoy, cuestan el triple…” Claro, la comunidad a su vez  se movilizó y generó dineros con rapidez para cancelar esas cuentas.  Un año después toda la obra estaba concluida y suficiente dinero en el banco. Tanto así que después se contrató el zócalo en madera de surá, como el cielo raso y luego las bancas.  Quede muy claro todo fue diseño del Padre Tosso.  El Padre expresa que el mejor testigo de eso es Dios y Don Rafael Gómez y cuanta satisfacción sintió el Padre cuando oyó decir: ¡Padre, que bancas más sabrosas las de la Iglesia!
Las puertas de la Iglesia, el retablo y gran cruz al fondo con una silueta en blanco del posible Cristo, algo muy dinámico y moderno en sus líneas, fruto de muchísimas horas de trabajo, todo esto diseño del Padre Tosso. Investigando con el Padre Tosso, nos dice que la puerta principal fue construida por un soldador de Curridabat, pero no recuerda su nombre.  Él le entregó el diseño a escala hecho con tinta china.  Las cruces y letras las pagó a fundir en bronce y él mismo hizo los moldes en madera. Hoy, el Padre se lamenta de saber que fueron pintadas y no pulidas.  Dicha puerta está montada sobre “roles axiales”, un secreto que el Padre Tosso copió a un español muy famoso en la Uruca.
¿Qué hay sobre una gran cruz de fondo?  Pues bien, el Padre Alfredo Tosso Rojas, nos narra: “Una cruz tridimensional que pudiera verse igual desde distintos ángulos y en forma de flecha señalando el sagrario indicando la identidad de ambos misterios: Cruz y Eucaristía. Un círculo grande de madera blanca, simbolizando la “luna llena del 14 de Nisán”, fecha bíblica de nuestra redención”.
Sobre la cruz de cenízaro oscuro, un Cristo silueta, no crucificado en madera (debía ser muy blanca, por eso provisionalmente en cartulina blanca).  Debía ser en piezas separadas, como un rompecabezas. Su actitud debía ser triunfante, con una mano señalando el cielo y la otra la tierra, y una corona cuyas puntas formaban una corona real y no de espinas. Se estrenó para una fiesta patronal, juntamente con la fuente bautismal que inauguró Monseñor Román Arrieta, bautizando ese día dos niñitos”.
Respecto a la pila bautismal, el padre Tosso, habla con nostalgia, diciendo: “conservo aún dibujos hechos a tinta china, debía ser muy grande; el monumento principal de la parroquia, ya que en ella se reciben la VIDA, todos sus hijos.  Se pensó chorrearla en cemento, allí mismo.  Pero luego surgió la idea de comprársela a  Productos de Concreto ya hecha.  Ellos cortaron un tubo enorme y me llevaron la parte que necesitaba. Tuve la suerte de que Manuel González, hijo del tesorero de nuestra junta, era el gerente de ventas de Productos de Concreto y no cobraron ni un centavo. En un lugar llamado “acuarium”, en Guadalupe me vendió el surtidor de agua y las luces de colores.  Recuerdo que nos costó mucho dinero.  Este lanzaba el agua formando un cono invertido de agua, que luego caía en  grandes goterones iluminados a su vez por las luces de fondo, como una lluvia de piedras preciosas, simbolizando las gracias del bautismo. Sobre el cono de agua, caía un “Espíritu Santo” (paloma) muy estilizado, producto de mi imaginación. Todo resultó precioso. El Padre Tosso dice, que su plan era que, en el bautisterio estuvieran reunidas las tres fuentes de gracia principales: El bautismo, la Eucaristía y la Penitencia. El confesionario al otro lado, sería algo muy original, pero no hubo tiempo….
Mi último trabajo realizado fue la verja del frente y costado sur del Templo. El trabajo se lo encargó al argentino Luis Bertone, excelente constructor de estructuras metálicas y luego buen amigo, yo soñaba con un gran jardín o parque, que rodeara el Templo por todos lados, con rosales, veraneras y fuentes. En el frente completarían con la fachada tres “cipreses columnares” que le darían un aspecto muy especial a la fachada.  Los compré, pero nunca se sembraron.
Terminé el año de 1984 muy enfermo y desestabilizado emocionalmente, la muerte de mis padres y de dos hermanos, hicieron mella en mi temperamento sentimental.  Las lecciones en el Colegio, a las cuales no falté nunca, constituían mi “modus vivendi”, ahora me cansaban horriblemente. En la parroquia, nunca recibí más de dos mil colones mensuales. En esos tiempos no había subsidios base, como ahora, no había nada de nada…. La empleada, las pocas veces que tuve, debía pagarla con mis ingresos personales. En esto la Junta fue muy incomprensible y dura.  Recuerdo que choqué  mi carro “Land Rover” con un camión de A y A y tuve que pagar ambos arreglos. Solicité un préstamo de “cuatro mil colones” a la Junta y me lo negaron rotundamente…. !!! A pesar de que prometí firmar un pagaré.  Mucho tiempo guardé mi ropa en cajas de cartón en el suelo y soporté una pila indecente de cemento en la cocina, antes de que me hicieran un closet  y un fregadero.
Amén de serios disgustos que me ocasionaron algunas personas, antes grandes amigos, que hasta recogieron firmas y me mal informaron en la Curia…. Y hasta reventaron bombetas (así literalmente) el día tan llorado de mi partida. A pesar de todo, fue y sigue siendo mi PARROQUIA MUY AMADA DE SANTA MARTA, donde hice mis fogosas (y largas…) pláticas ciento por uno doctrinales y evangélicas y donde compartí, los momentos más felices e inolvidables de mi vida !.
Catorce años después, los recuerda con amor en cada Eucaristía……. ¡ DIOS ES MI TESTIGO!

Moraleja infame: la parroquia fue creada con el primer cura párroco José Fabio Chacón en el año de 1961 y su segundo cura párroco el padre Alfredo Tosso Rojas quien puso vida, alma y corazón a esta comunidad”.


Novena Parte
Sacerdotes que han sucedido en el pastoreo
Pbro. Orlando Navarro: nombrado Cura Párroco el 26 de Enero de 1985, quien pone especial atención en la catequesis y a la formación de grupos bíblicos distribuidos en los siete barrios que componen la Parroquia.  Para cumplir con los esfuerzos que iniciaron sus compañeros antecesores, y por no haber reseña histórica en los archivos parroquiales, se ve conveniente durante el V Sínodo Arquidiocesano solicitar constituir parroquia a Santa Marta, siendo ya esta una parroquia de hecho, y es así que en la sesión 50 del 23/58 se aprueba crear la parroquia.

Pbro. Jorge Francisco Rivera Marín: El 15 de Junio de 1985, fue nombrado como Vicario Cooperador y el 15 de Enero de 1991, fue nombrado como Cura Párroco.  Su énfasis principal fue orientado a la liturgia.

Pbro. Gerardo Rodríguez Chaves: Fue nombrado cura Párroco el 20 de Setiembre 1992, el cual dirigió su atención pastoral a la comunidad, en lo que respecta a consejería y dirección espiritual.

Pbro. Rodrigo Walter Marchena Cordero, Fue nombrado el 09 de Febrero de 1997; el cual ha tenido como prioridad la organización, y planificación pastoral de la parroquia, esto lo lleva a preocuparse siempre por una pastoral orgánica o de conjunto, por lo tanto lanza a la comunidad a dos censos parroquiales para conocer las necesidades socio-económicas y religiosas de la población y así en base los resultados convoca a una primera Asamblea Parroquial de donde nace el primer plan pastoral parroquial bien planificado y de donde hace resurgir sus planes de trabajo por la evangelización. Dentro de esta misma línea le da gran impulso a las Comunidades Eclesiales de Base, a la catequesis de niños y de jóvenes, matrimoniales y de grupos y movimientos apostólicos.
Hay un gran problema en la parroquia y es lo económico y el deterioro en que se encuentra el Templo y demás instalaciones. De inmediato organiza los Consejos tanto Pastoral como el Económico para el ordenamiento administrativo de la parroquia, y así con la organización y planeación se hace un gran entusiasta por el embellecimiento de las instalaciones del templo y sus alrededores, construyendo así la capilla de velación la capilla en Barrio Tiribí, capilla del Santísimo, ocho aulas de catequesis, la soda, remodelación tanto del salón de la parroquia como el del salón en Tiribi y fuera de eso un gran pastor que se gasta se desgasta por el Reino de los Cielos, teniendo siempre tiempo de oficina para atender a los parroquianos y de gran amor y devoción a la Eucaristía

Algunas fotos para recordar


“El domingo 22 de diciembre de 1946 se llevó a cabo la primera comunión, en la capilla provisional y de madera, levantada en honor a Santa Marta, que vemos al fondo de la fotografía. Es en ese mismo lugar donde se ha construido el Templo actual”



“El Padre Rafael Cascante, en 1946, siendo el cura párroco de La Soledad”


“El 29 de julio de 1961 fue nombrado al Padre Fabio Chacón, en Santa Marta”


“Padre Alfredo Tosso nombrado el l 6 de Diciembre de 1966, como cura Párroco Titular de Santa Marta”
  



“Pbro. Orlando Navarro nombrado Cura Párroco el 26 de Enero de 1985”





“Padre Jorge Francisco Rivera, 15 de Enero de 1991, fue nombrado como Cura Párroco” 





“Pbro. Gerardo Rodríguez Chaves: Fue nombrado cura Párroco el 20 de Setiembre 1992”



“Pbro. Rodrigo Walter Marchena Cordero, Fue nombrado el 09 de Febrero de 1997”



La parroquia ha organizado siempre muy bien la semana Santa y había mucha devoción, había toda una delicadeza en preparar bien las imágenes y a las jóvenes que representaban a las mujeres bíblicas.


“La parroquia siempre ha organizado bien la semana santa y había mucha devoción, había delicadeza en preparar las imágenes. Recuerdo del Santo Sepulcro de la parroquia”


“Primera fiesta patronal el 29 de julio de 1946”




“Inicio construcción de la escuela a finales de 1971”




“Matrimonio campesino en una de las fiestas patronales”

  


“Domingo de Ramos”

  
  

“Aidita y Vicky Esquivel, entregadas a la vida de la parroquia”



“Aulas nuevas”




                                                             “Salón Parroquial”        
                                             





                                                         “Templo internamente”













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