Lectio Divina martes 31 de agosto 2010, Tiempo Ordinario, Ciclo –C- Lecturas:
1Corintios 2,10-16; Salmo 144; Lucas 4,31-37
1. Hagamos la LECTURA Del Evangelio según san Lucas 4,31-37
Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo y se puso a gritar a grandes voces: «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño. Quedaron todos pasmados y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen.» Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
1) Jesús bajó a Cafarnaún
2) Enseñaba en sábado
3) Hablaba con autoridad en la sinagoga
4) Un endemoniado en dentro de la sinagoga
5) Endemoniado habla en plural ¿Has venido a destruirnos?
6) Reconoce quién es Jesús
7) Jesús lo sana
8) La gente quedó admirada ante tal hecho
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Que la primera cosa que la gente percibe es la forma diferente que Jesús tiene de enseñar. No es tanto el contenido, sino la forma de presentarlo lo que impresiona: “Jesús hablaba con autoridad”. Marcos añade que por su manera diferente de enseñar, Jesús creaba una conciencia crítica en la gente con relación a las autoridades religiosas de la época. La gente percibía y comparaba: El enseña con autoridad, diferente de los escribas” (Mc 1,22.27). Los escribas de la época enseñaban citando a las autoridades. Jesús no cita a ninguna autoridad, sino que habla desde su propia experiencia de Dios y de la vida.
Podemos catalogar este milagro como el primer milagro de Jesús en el evangelio de Lucas. El poder del mal se apoderaba de la gente y las alienaba. Jesús devuelve las personas a ellas mismas. Les devuelve la conciencia y la libertad. Y lo hace por el poder de su palabra: "¡Cállate y sal de él!" En otra ocasión dice: “Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.” (Lc 11,20). Hoy también, mucha gente vive alienada de si misma por el poder de los medios de comunicación, de la propaganda del gobierno y del comercio. Vive esclava del consumismo, oprimida por las deudas y amenazada por los cobradores. Piensa que no vive bien si no compra aquello que la propaganda anuncia. ¡No es fácil expulsar este poder que hoy aliena a tanta gente, y devolver las personas a ellas mismas!
Además de la forma diferente que Jesús tiene de enseñar las cosas de Dios, el otro aspecto que causaba admiración en la gente es el poder que Jesús tiene sobre los espíritus impuros: "¿Qué palabra es ésta? Manda sobre los espíritus impuros con autoridad y poder, y ellos salen". Jesús abre un nuevo camino a la gente para poder conseguir la pureza mediante el contacto con él. En aquel tiempo, una persona impura no podía comparecer ante Dios para rezar y recibir la bendición prometida por Abrahán. Tenía que purificarse, primero. Había muchas leyes y normas que dificultaban la vida de la gente y marginaban a mucha gente considerándola impura. Pero ahora, purificadas por la fe en Jesús, las personas podían comparecer de nuevo en presencia de Dios y rezarle, sin necesidad de recorrer a aquellas complicadas y a veces dispendiosas normas de pureza.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Jesús suscita admiración entre la gente. La actuación de nuestra comunidad en el barrio ¿produce alguna admiración en la gente? ¿Cuál?
• Jesús expulsaba el poder del mal y devolvía las personas a ellas mismas. Hoy, mucha gente vive alienada de si misma y de todo. ¿Cómo devolverlas a ellas mismas?
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios? Con el salmo 145,8-9
Es Yahvé clemente y compasivo, tardo a la cólera y grande en amor; bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus creaturas. (Sal 145,8-9)
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Hoy me daré más tiempo en mi oración personal y haré un análisis de cómo poco a poco he ido adquiriendo el modo de pensar de Cristo y en qué partes de mi vida aún no.
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