Lectio Divina domingo 13 de noviembre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Proverbios 31,10-13.19-20.30-31; Sal 127,1-2.3.4-5; 1Tes 5,1-6; Mt 25,14-30
PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
¡BIEN, SIERVO BUENO y FIEL!
1. Hagamos las LECTURAS
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes."»
VEAMOS NUESTRA REALIDAD
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
La parábola de los talentos remarca las características del siervo fiel y prudente en la bondad y fidelidad de los dos servidores que administraron bien los talentos. La capacidad de aquellos siervos para estar a la altura de las circunstancias de lo que se les había encomendado los hacía merecedores de mayor confianza y de participar -cosa sumamente extraordinaria en aquel tiempo y cultura- de la alegría (de la vida, de la casa) de su señor. Su acierto estuvo en saberse administradores.
Como contraparte a lo anterior se presenta al mal siervo. Desde la perspectiva de esta sección del evangelio de Mateo el mal servidor es el tonto, el que se olvida de lo elemental, de lo relevante. El servidor malo es el que por comodidad o resentimientos no sólo no produce con el talento que le fue confiado sino que, además, lo pone en riesgo enterrándolo; es un siervo inútil (literalmente que no proporciona provecho alguno, improductivo, sin mérito).
El Señor confía en el siervo; sin embargo, no lo hace dueño de los talentos. Más aún, en la medida en que el siervo se comporta como dueño se inutiliza y pone en riesgo lo que le ha sido confiando. Y es que el ser humano tiene el riesgo, ante la incapacidad de dar frutos, de buscar pretextos o excusas que a fuerza de enfatizarlas quiere convertirlas en razones.
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El optimismo y el buen sabor de boca que nos deja la constatación de que hay gente que, al sentirse responsable, hace producir lo que el Señor le ha confiado, no debe provocar que seamos ingenuos: existe el peligro real de no ser productivos y, más aún, de buscar culpables -incluso usando imágenes deterministas de Dios-. Quienes queramos ser servidores fieles y prudentes debemos estar a la altura de las circunstancias conscientes de que el Señor ha puesto su confianza en nosotros y que debemos producir -y no cualquier fruto, sino los que piden nuestra realidad y la fidelidad al Evangelio-. ¿En qué nos hace reflexionar esto?
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
1. ¿Qué defectos debemos reconocer y superar para que, cuando nos vaya mal no busquemos inmediatamente culpables, sino que asumamos con madurez nuestra responsabilidad.
2. ¿En qué podemos ponerle más empeño para ser dignos de confianza?"
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Quisiera, Señor, ser fiel a lo que constantemente me regalas, a la entrega generosa de tu Amor que me lo manifiestas en tu Hijo Jesús. Gracias, Padre, porque confías en mí. Así quisiera también confiar yo en Ti, aunque mis limitaciones me dominen con frecuencia. Que yo ponga mi tiempo y cualidades al servicio de los demás sin esperar recompensa. Que sepa cultivar los dones y cualidades, regalo de tu Amor, para que otros puedan sentir tu confianza en ellos. Por Cristo nuestro Señor
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: Que resuene en mi interior la aprobación del Padre a mi conducta: Te felicito... Reflexiona durante el día “Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor”
1) En nuestra comunidad, ¿tratamos de conocer y valorar los dones de cada persona? Nuestra comunidad ¿es un espacio donde las personas pueden desenvolver sus dones? A veces los dones de una persona engendran envidia y competitividad en los otros. ¿Cómo reaccionamos?
2) ¿Cómo entender la frase: "Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará?"
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