Lectio Divina viernes 14 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Romanos 4,1-8; Salmo 31; Lucas 12, 1-7
PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
LA MALA LEVADURA DE LA HIPOCRESÍA
1. Hagamos las LECTURAS
Miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: -«Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digan de noche se repetirá a pleno día, y lo que digan al oído en el sótano se pregonará desde la azotea. A ustedes les digo, amigos míos: no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Les voy a decir a quién tienen que temer: teman al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tienen que temer, se los digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo: no hay comparación entre ustedes y los gorriones.
VEAMOS NUESTRA REALIDAD - “Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse” – Deberíamos hoy tener esta frase mucho más en cuenta… Sobre todo inculcarla a nuestros hijos y nietos para que no los enrede los malos ejemplos que les est amos dando hoy en día: mentiras, juega vivo, hipocresía, incoherencias, injusticias, etc.
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
En todos los días anteriores hemos visto cómo Jesús nos advierte sobre la actitud hipócrita de los fariseos. A ellos les encanta que les saluden en los lugares públicos, ocupar los primeros puestos y que los reconozcan como buenos, ya que todo en ellos es apariencia externa. El rechazo de la hipocresía nos invita a hablar con franqueza, sin tener en cuenta las opiniones de las personas. Al dar testimonio del evangelio, hay que desterrar el temor y hay que hablar con claridad. Sólo a Dios hay que temer; pero el temor de Dios no es miedo, sino reconocimiento de que todo depende de él. Lo primero que Jesús exige es la transformación desde el interior. Dios nos mira y no nos olvida. Él cuida de los más pequeños, como de los pájaros del campo. Todo le interesa. Por lo tanto, si cuida de lo pequeño, con mayor razón cuidará de nosotros, los “discípulos de Jesús”.
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El término hipocresía tiene raíces griegas y significa comediante, en sentido despectivo. Y si esto lo trasladamos a la vida diaria, podemos concluir en primer lugar que la hipocresía implica re-presentación antes que presentación, es decir, utilizar máscaras para representar un personaje escondiendo el verdadero rostro; se trata de exhibir un personaje y de ocultar la verdad de la persona.
Es una mala levadura: hay un fermento bueno que puede hacer crecer la masa para que se convierta en pan y hay un fermento nocivo que no hace crecer, hincha y desfigura, esconde y miente.
Contra ello nos previene el Maestro porque tenemos un destino de pan. Él mismo nos ha marcado el camino haciéndose alimento para toda la humanidad.
Nada debemos guardarnos. La verdad tiene fuerza propia, e inudablemente surge e ilumina, disipando toda oscuridad. Por eso es imprescindible ir desprendiéndose poco a poco de esas máscaras que nos acorazan el corazón y que impiden que nos crezca la semilla del Reino, y que sus frutos puedan ser compartidos.
Él nos dice que la verdad nos hace libres. Sería entonces una magnífica paradoja del Reino hacerse esclavos resplandecientes de la verdad, a rostro descubierto, a corazón abierto y franco hacia Dios y hacia los hermanos.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-¿No se venden cinco gorriones por cuatro cuartos? Y, sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios. No tengan miedo: valen mas que todos los gorriones juntos.
Dios se ocupa de las más pequeñas de sus criaturas. Dios contempla los pajaritos. Dios se interesa por todo lo que no tiene la menor apariencia de grandeza. Todo lo lleva en su corazón. ¡Mayormente a los hombres! Señor, yo creo que estoy "ante tu mirada". Con este convencimiento, ¿cómo puedo tener miedo?
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios nuestro: Nos paramos ante ti con manos vacías. Nuestras buenas intenciones
y todas las obras que hacemos son impotentes para salvarnos. Oh Dios, ayúdanos a aceptar esta verdad, ya que hiere nuestro orgullo. Enséñanos a recibir gratuitamente
tu gracia, tu amor misericordioso, así como la ayuda y el amor de nuestro prójimo.
Sálvanos y líbranos de nosotros mismos y del pecado por la gracia de Jesucristo nuestro Señor. Amén
y todas las obras que hacemos son impotentes para salvarnos. Oh Dios, ayúdanos a aceptar esta verdad, ya que hiere nuestro orgullo. Enséñanos a recibir gratuitamente
tu gracia, tu amor misericordioso, así como la ayuda y el amor de nuestro prójimo.
Sálvanos y líbranos de nosotros mismos y del pecado por la gracia de Jesucristo nuestro Señor. Amén
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: Jesús nos asegura que Dios se preocupa de nosotros y que somos preciosos para él. Pidámosle que nos guarde siempre en su amor. Creo que esta reflexión nos ayudará: FIARSE DE JESÚS
· No tengas miedo a los que amenazan, a los que hieren, a los que dañan la dignidad y matan el cuerpo pero no pueden quitarte la vida.
· No tengas miedo a los que ocultan la verdad o, creyéndose dueños de ella, la manipulan, dosifican y venden; a los que con el arma de la mentira quieren dominar pueblos y personas.
· Rebélate, manifiesta en todos los sitios, en todo momento, a tiempo y a destiempo, tu fe en la vida y en la hermandad adquirida al abrigo del Padre, al lado de Jesús, a la sombra del Espíritu, en el seno de la comunidad.
· Haz de esa fe un gozo personal diario, un estandarte de libertad, una fuente de vida, un banquete compartido, una canción de esperanza, tu reivindicación más sentida.
· No tengas miedo a los que por eso, pueden castigarte, retirarte el apoyo, privarte del trabajo, ignorar tu presencia, olvidar tu historia, golpear tu debilidad, hacerte mal. No tengas miedo.
· Fíate de Jesús, responde a su llamada; fíate del Padre, descansa en su regazo; fíate del Espíritu, lucha y sé libre. Estás invirtiendo en la vida en el proyecto más grande y venturoso puesto en nuestras manos. ¡No tengas miedo! ¡Fíate de Jesús!
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