miércoles, 12 de octubre de 2011

Lectio Divina martes 11 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas:
Romanos 1,16-25; Salmo 18; Lucas 11, 37-41

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

¿QUÉ HAY DENTRO DE TI?


1. Hagamos las LECTURAS 
Yo no me avergüenzo del Evangelio; es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la justicia salvadora de Dios para los que creen, en virtud de su fe, como dice la Escritura: «El justo vivirá por su fe.» Desde el cielo Dios revela su reprobación de toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Porque, lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista; Dios mismo se lo ha puesto delante. Desde la creación del mundo, sus perfecciones invisibles, su poder eterno y su divinidad, son visibles para la mente que penetra en sus obras. Realmente no tienen disculpa, porque, conociendo a Dios, no le han dado la gloria y las gracias que Dios se merecía, al contrario, su razonar acabó en vaciedades, y su mente insensata se sumergió en tinieblas. Alardeando de sabios, resultaron unos necios que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles. Por esa razón, abandonándolos a los deseos de su corazón, los ha entregado Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos; por haber cambiado al Dios verdadero por uno falso, adorando y dando culto a la criatura en vez de al Creador. ¡Bendito él por siempre! Amén.

Del Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Ustedes, los fariseos, purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Den más bien en limosna lo que tienen, y así todas las cosas serán puras para ustedes.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  - El temor al que dirán, el trato "diplomático" con sabor a mercadotecnia y a relaciones humanas de cálculo y el gesto amable pero superficial y mecánico siguen siendo la tentación de nuestro tiempo.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Lo que realmente cuenta, lo que nos modela según lo que debemos ser, es la fe. “El justo vivirá de la fe”. La fe nos hará vivir. Pero también, para Pablo la fe no es simplemente un creer en dogmas. La fe se expresa a sí misma en obras.
En el evangelio de hoy Jesús reacciona contra los judíos piadosos que acentúan la observancia de lo externo (leyes, regulaciones, costumbres) sin inspiración e implicación desde el interior. Lo más probable es que muchos fariseos fueran sinceros  al practicar esas regulaciones exteriores, pero fácilmente daban la impresión a los que las practicaban de que se salvaban gracias a ellas.--- De hecho, en nuestro mundo de hoy también lo externo cuenta fuertemente. La gente compra cosas como para su propio envoltorio, para su disfraz. Las apariencias son frecuentemente lo que más cuenta. Pero, no es la copa reluciente lo que importa, sino el contenido de la misma. Efectivamente, el contenido tiene que ser de primera clase, excelente.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Por lo general, asociamos la imagen de una cena a la comunidad, al compartir, al confraternizar, al reencuentro de los amigos. No siempre es así. El gesto provocador del Maestro en la mesa del fariseo iba a traerle como consecuencia que escribas y fariseos comenzaran a acosarlo sin piedad. Esos primeros pasos tenebrosos desembocarían en su Pasión.

Porque Él señalaba sin ambages esa gran obstrucción del corazón que implica preocuparse en extremo por el cumplimiento puramente formal, por el que dirán, por la exterioridad como gobernante de la existencia. De ese modo, se reniega de todo lo que crece en el corazón, que es verdaderamente lo fundante de lo humano.

Por eso, sus palabras -¡Insensatos!- deberían dolernos, molestarnos, despertarnos.
Quizás sea preciso purificarse de cumplir la letra, lo externo, el cultivo la imagen... Y volvernos estrictos observantes de la generosidad, practicantes fervorosos de la misericordia.

El rito más sagrado tal vez sea volvernos almas generosas y desinteresadas de nosotros mismos, preocupados por el bien del hermano antes que del propio.

Tiempo de la Gracia, tiempo de una catarsis desde la solidaridad y la compasión.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Claro que necesitamos ritos, lenguajes y formas, pero no pueden quedar fosilizados. Un signo ha de significar y llevarnos al misterio, no quedarse en sí mismo.  Los detalles son muy importantes, pero sólo cuando parten de lo esencial y lo adornan; no, cuando ocultan lo principal.  Los hombres y mujeres de la Iglesia nos peleamos muchas veces por cositas sin importancia, como posturas, ropajes, ritos, lenguajes, hábitos, etc. Mientras, -por ejemplo, en el anonimato de Internet- nos lanzamos ataques llenos de rencor. Muchos de los que lo leen, dando la vuelta a los primeros cristianos, podrían decir. “Miren cómo se odian”.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor, Dios nuestro: Jesús tocó a los muertos y a los leprosos impuros para resucitarlos y curarlos.  Te pedimos que nosotros no tengamos miedo de ensuciarnos las manos por ayudar a la gente , sino de manchar nuestro corazón con  el pecado,
de manchar nuestras lenguas con la mentira, de difamar el buen nombre de nuestros hermanos, de pelearnos con ellos, herirlos y ofenderlos.. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:   ¿Qué hay dentro de nosotros?  Dios lo sabe, y espero que cada uno de nosotros lo sepa también.  Que ojalá el Señor aprecie y ame lo que ve en nosotros. Siguiente reflexión nos ayude a poner en práctica el evangelio: CRISTIANOS DEL SILENCIO

Hay cristianos mudos, que mientras no les toquen a ellos,  se quedan tranquilos aunque se cuartee el mundo. No protestan por las injusticias,  porque están esclavizados al Estado, por la persecución o por el compromiso,  comprados por el miedo o por el oportunismo. Otros, tal vez, porque no tienen nada que aportar.  Para ellos la fe es una cosa etérea,  que no tiene nada que ver con la vida;  vale sólo de nubes arriba... Te pedimos, Señor, por los cristianos del silencio;  que tu Palabra les queme las entrañas,  y les haga superar la coacción.  Que no callen como si no tuvieran nada que decir. Tú sabes lo que conviene a tu Iglesia,  si un fervor de catacumbas  o la rutina de una “protección” oficial.  Dale lo que sea mejor, aunque sea la cárcel y la pobreza. Líbranos del silencio del ahíto ante la injusticia social;  líbranos del silencio “prudente” para no comprometernos. Tememos haber limitado tu Evangelio;  ahora ya no tiene aristas, ni sobresalta a nadie;  hemos querido convencernos  que se te puede servir a Ti y al dinero.
Señor, libra a tu Iglesia de todo resabio mundano;  que no parezca una sociedad más,  con sus caciques, sus accionistas, sus privilegios,  sus funcionarios, y su burocracia. Que nunca tu Iglesia sea iglesia del silencio,  ya que es la depositaria de tu Palabra;  que pregona libremente,  sin reticencias ni cobardías.  Que no calle nunca,  ni ante el guante blanco, ni ante las armas.

Luis Espinal sj (Sacerdote y Mártir)


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