domingo, 30 de octubre de 2011

Lectio Divina martes 25 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Romanos 8,18-25; Salmo 125; Lucas 13,18-21

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

SEAMOS LEVADURA EN LA MASA PARA UN MUNDO EMPOBRECIDO



1. Hagamos las LECTURAS 
Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto; creció hasta hacerse árbol y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD 
El evangelio está escondido en nuestras sociedad y es claro que a muchos les incomoda la Palabra, por eso hoy el efectos del texto en cada uno de nosotros nos debe llevar a las siguientes preguntas:. ¿Qué nos dicen a nosotros estas dos parábolas? Primero que el Reino de Dios, es comparado por Jesús a una semilla que se convierte en árbol, nos acerca a la historia de Dios como la historia de su Palabra: está escondida en la historia humana y va creciendo; Lucas piensa en la Palabra de Jesús (el reino de Dios está en medio de vosotros) que ya está creciendo pero que todavía no se ha convertido en árbol. Jesús y el Espíritu Santo están dando soporte a este crecimiento de la palabra. La imagen de la levadura completa el cuadro de la semilla. La levadura es el Evangelio que actúa en el mundo, en la comunidad eclesial y en cada creyente.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
A lo largo del camino que lo conduce a Jerusalén, Jesús estaba rodeado por “miles” de personas (11,29) que se agolpaban en su entorno. El motivo de esta atracción de las multitudes es la Palabra de Jesús. En el cap. 12 aparece la sucesión alterna de los destinatarios de la Palabra: los discípulos (12,1-12), la multitud (vv.13-22), los discípulos (vv.22-53) la multitud (vv.54-59). Sin embargo, en Lc 13,1-35 el tema dominante es el escándalo de la muerte. En la primera parte se habla de la muerte de todos (vv.1-9), mientras que en la segunda se habla de la muerte de Jesús (vv.31-35) y de la muerte ahorrada a los pecadores para que puedan disponerse a la conversión. Pero al lado del tema dominante hay otro: la salvación ofrecida a los hombres. La curación de la mujer encorvada: una hija de Abraham a la que Satanás mantenía atada hacía dieciocho años, es liberada por Jesús. Además, en el corazón de este cap. 13, encontramos dos parábolas que forman una unidad temática: el reino de Dios comparado con el “grano de mostaza” y con la “levadura”.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El Reino de Dios es semejante a una semilla de mostaza. Esta semilla es muy común en Palestina, de modo particular junto al lago de Galilea. Es conocida por su singular pequeñez. En Lc 17,6 Jesús usa esta imagen para expresar su esperanza de que sus discípulos tengan un mínimo de fe: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza…”. Esta parábola tan sencilla compara dos momentos de la historia de la semilla: cuando es enterrada (los inicios modestos) y cuando se hace un árbol (el milagro final). Por tanto, la función del relato es explicar el crecimiento extraordinario de una semilla que se entierra en el propio jardín, a lo que sigue un crecimiento asombroso al hacerse un árbol. Al igual que esta semilla, el Reino de Dios tiene también su historia: el Reino de Dios es la semilla enterrada en el jardín, lugar que en el Nuevo Testamento indica el lugar de la agonía y de la sepultura de Jesús (Jn 18,1.26; 19.41); sigue después el momento del crecimiento en el que llega a ser un árbol abierto a todos.
El Reino de Dios es semejante a la levadura. La levadura se esconde en tres medidas de harina. En la cultura hebrea, la levadura era considerada un factor de corrupción, hasta el punto que se eliminaba en las casas para no contaminar la fiesta de Pascua, que justamente empezaba la semana de los ázimos. El uso de este elemento negativo para describir el Reino de Dios era un motivo de perturbación para los oídos de los judíos. Pero el lector percibe su fuerza convincente: es suficiente meter una pequeña cantidad de levadura en tres medidas de harina para conseguir una gran cantidad de pasta. Jesús anuncia que esta levadura, escondida o desaparecida en las tres medidas de harina, después de un tiempo, hace crecer la masa.


3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
• ¿Eres consciente de que el Reino de Dios está presente en medio de nosotros y que crece de manera misteriosa difundiéndose en la historia de cada hombre, en la Iglesia?
• El Reino es una realidad humilde, escondida, pobre y silenciosa, mezclado con las luchas y placeres de la vida. ¿Has aprendido en las dos parábolas que sólo verás el reino en ti si adoptas una actitud de servicio humilde y de escucha silenciosa?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios? Con el salmo 128,1-2
¡Dichosos los que temen a Yahvé y recorren todos sus caminos! Del trabajo de tus manos comerás dichoso tú, que todo te irá bien


5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: Si queremos lograr cosas grandes, debemos empezar por lo pequeño. Recuerdo el caso de dos profesoras universitarias. Cuando al Caribe lo azotó el huracán Georges (1998), mucha ayuda fluyó para Puerto Rico y la República Dominicana. No obstante, para Haití no fue así. Ellas pensaron que podían hacer algo por el hermano país. Se presentaron en sus respectivos salones y les dijeron a los estudiantes que el que quisiera podía ayudar a Haití. Que los que quisieran trajeran una bolsita de arroz. Los primeros días obtuvieron más o menos una docena o dos de paquetes de arroz. Luego se les ocurrió que si enviaban un mensaje electrónico al profesorado, alguno podría también hacer la campaña. Y así lo hicieron. Muchos de los/as profesores/as les ofrecieron puntos al estudiantado por aquella pequeña tarea. Al cabo de dos semanas, tenían en sus oficinas más de 1,500 paquetes de arroz, que nos les cabían allí. Se comunicaron con una hermana de la caridad, y ella les dijo que se los enviaran, que la orden los haría llegar a Haití. Ellas lo hicieron, y así cumplieron con la caridad.

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