domingo, 30 de octubre de 2011

Lectio Divina viernes 28 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Efesios 2,19-22; Salmo 18; Lucas 6,12-19

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

ELEGIDOS, EQUIPADOS Y ENVIADOS


1. Hagamos las LECTURAS 
Ya no son extranjeros ni forasteros, sino que son ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también  ustedes se van integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

Del Evangelio según san Lucas 6, 12-19
Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  - Para qué negarlo que cuando nos escogen para realizar un trabajo o misión por encima de un grupo de personas nos sentimos super importantes. Pero cuando no nos escogen… ¡qué tristeza y qué decepción!  Cuestión de empezar a reflexionar y ponerle “play” al corazón… ¿No fuimos ungidos desde nuestro bautismo como sacerdotes, profetas y reyes? ¿No estamos edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas? ¿No somos ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios? Por favor, de ahí para abajo todos los títulos y cargos nos quedan chiquitos.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Poco conocemos sobre estos apóstoles. El apodo “Zelote” indica probablemente que Simón había pertenecido al grupo de activistas anti-romanos antes de convertirse en apóstol.  Judas, hermano de Santiago y llamado también Tadeo, preguntó a Jesús después de la Última Cena cómo el mismo Jesús podría mostrarse a sí mismo como Mesías sin usar la fuerza. Jesús le respondió que los creyentes le aceptarían por su amor.  Cabe destacar que la presencia de la oración en esta escogencia revela la importancia de los momentos más relevantes en la vida de Jesús. Quizás esta oración es para pedirle al Padre acertar en su elección, o posiblemente para que quienes sean elegidos puedan continuar y se sientan dispuestos a seguirlo. Pablo les llamará “cimiento de la comunidad”, representantes ellos al mismo Cristo. Jesús les elige para responder a las necesidades de una humanidad enferma. Y les confiere su propia misión, su propia autoridad.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
No era una decisión cualquiera, de resolución simple. De entre los muchos discípulos que tenía, iba a elegir a varios de ellos en particular: iban a andar tan cercanos a Él que esa misma cercanía implicaría un compromiso total.

No era una decisión cualquiera, por eso Jesús pasa la noche entera en oración con su Padre.

Más de uno se sorprendería con la eleción de Jesús: entre los doce elegidos no había herederos de grandes familias o realeza, notorios políticos o sabios de renombre. Entre ellos había pescadores, recaudadores de impuestos, campesinos, estudiosos de la Torah, comerciantes... Y los había de muy diferentes caracteres, obstinados y honestos como Tomás, entusiastas como Pedro, fieles hasta el fin pero violentos como Santiago y Juan, prácticos como Andrés... Todos con sus luces y sombras, con sus virtudes y defectos, con su nombre y apellido, muy parecidos a ti y a mí, a cada uno de nosotros.

Porque de eso se trata. Beber con ansia el vino de su Palabra, y que Él haga morada en nosotros y desde allí, descubrirnos enviados a anunciar la Buena Noticia a todas partes, a sembrar la esperanza, a orar sin cesar y a trabajar para que el Reino sea en esta tierra.

Nos llama por nuestros nombres y tal cual somos porque nos conoce... ¡y cree en nosotros!

¿Qué estamos esperando?

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Primera lección de hoy. ¿Qué peso tiene en nuestras decisiones –personales, familiares, comunitarias- la oración? ¿Le dejas a Él aconsejarte? ¿O nos fiamos más del horóscopo, de los programas de televisión, o de lo que hacen todos?

Segunda lección de hoy. Sean muchos o pocos los que se salven –de Dios depende- tenemos todos la obligación de aportar nuestro grano de arena en la tarea de la evangelización. Desde nuestro lugar, de hijo, de padre, de esposo, de esposa, de empresario, de estudiante, de monja, de cura... Todos tenemos un entorno en el que nos movemos. Todos podemos ser evangelizadores. Es algo que recibimos con el Bautismo, la tarea de seguir propagando la fe. Jesús ya te ha elegido. Ha añadido tu nombre a esa lista de apóstoles. ¿Qué le vas a decir? 

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios nuestro: Al celebrar hoy a tus apóstoles Simón y Judas, recordamos cómo tu Hijo pudo edificar su Iglesia sobre hombres débiles y falibles y hacerlos su firme fundamento. Te pedimos hoy, con tu Hijo, que nuestra fe en tu Iglesia y en los que la gobiernan permanezca  inquebrantable. Mientras ellos se esfuerzan y quizás andan a tientas, que tu Espíritu los llene con su sabiduría y su ardor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: Jesús confía su propia misión a manos humanas débiles y falibles. “Confía”, porque se fía suficientemente de ellos. Con la ayuda del Espíritu Santo, esforcémonos en hacer la tarea que Dios nos encomienda. A TIEMPO Y A DESTIEMPO

Señor, nuevamente me llamas por mi nombre, me convocas a tu comunidad y me invitas a desatar, para todos mis hermanos y hermanas, la palabra de vida que siembras, día a día, en mis entrañas.

Que tu Espíritu me acompañe, en todo momento y circunstancia, para que mis labios y mi corazón te anuncien, con alegría y ternura, como la buena noticia de la liberación en este mundo que anhela y busca.

Que  con mi palabra y testimonio salga urgentemente al encuentro de los que buscan una vida más digna, de todos los que ansían y necesitan cercanía,  salud y trabajo, justicia y paz, diálogo y fraternidad, vida…

Que les ofrezca, gratis, las primicias de tu Reino desde la compañía respetuosa y fiel,
desde la historia y experiencia que Tú me has dado, y desde la memoria de tu vida que convence y llena.

Gracias, Señor, por tu elección y llamada para anunciarte, hoy, a todos los que Tú amas.

Lectio Divina jueves 27 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas:
Romanos 8,31b-39; Salmo 108; Lucas 13,31-35

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

¿QUÉ ES UN ZORRO?


1. Hagamos las LECTURAS 
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?, como dice la Escritura: «Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza.» Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Del Evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte." Él contestó: "Vayan a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos baja las alas! Pero no han querido. Su casa se les quedará vacía. Les digo que no me volverán a ver hasta el día que exclamen: "Bendito el que viene en nombre del Señor.""

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  - Jesús llama a Herodes: “Zorro”.  En el mundo semítico el “zorro” no es imagen de “astuto” como en nuestro mundo occidental, sino de todo lo contrario, de “estúpido”.  La denuncia es grave: no hay nada más peligroso que una autoridad sin criterio. Reflexionemos hoy si nosotros como autoridad, ya sea en el hogar, en las instituciones, en la empresa, en el gobierno somos zorros, o si los que nos guían lo son.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Si Dios nos ama, si Dios está con nosotros, todo lo demás será pura consecuencia. Pablo hace una enumeración marcadamente retórica. Se hace eco, sin duda, de expresiones astrológicas empleadas en su tiempo y evoca una serie de fuerzas que los antiguos juzgaban más o menos enemigas del hombre; por esto no debemos tomar estas expresiones como una descripción detallada del mundo sobrenatural. Simplemente Pablo quiere resaltar que no hay nada capaz de separarle de Cristo. Jesús en el evangelio nos muestra que no tiene miedo a los grandes del mundo. Camina hasta Jerusalén, para enfrentarse a la muerte, y así se cumplirá el plan de Dios, ya que su mensaje también será rechazado como el de los demás profetas. El templo será destruido, pero antes Jesús deberá hacer su entrada triunfal en Jerusalén. Jesús muestra tiernamente cómo cuidará y protegerá a su pueblo, como la gallina a sus polluelos. El pueblo estaba sólo, abandonado, rodeado de injusticias, de oposiciones, de mentiras y maldición; él les enseña y les protege. Hoy, el evangelio nos invita a actuar en consecuencia, a estar atentos y a entender que Dios es y será siempre el defensor de los más necesitados.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
La predicación de Jesús no se desarrollaba en lugares relativamente tranquilos y sin problemas; antes bien, el clima era de amenazas y peligros verdaderos -recordemos el martirio de Juan el Bautista-.
El poder absoluto y perverso de Herodes inundaba las calles... Entonces sucede un hecho sorprendente: se le acercan al Maestro unos fariseos -aquellos que habitualmente estaban en su contra, corren a avisarle que debe irse, pues el tirano ya no lo soporta y busca matarlo.

Es claro: el Señor se había vuelto peligroso, pues -debemos entenderlo- el amor es peligroso para los poderosos.

Sin embargo, el Señor no retrocede, y dice las cosas como son, claras y contundentes: no vacila en llamar a Herodes "zorro" y, más aún, le manda a decir al monarca que seguirá expulsando demonios y curando a la gente, y que espera su consumación al tercer día. No es ingenuo respecto de lo que le espera, ni reniega de su destino, que será similar al de los profetas que precedieron sus pasos y lo anunciaron a través de los siglos: sabe que la corrupción y la muerte lo esperan en Jerusalem.

Pero para cumplir con los designios de su Padre no debe pedir permiso.

Hay que rumiar en silencio profundo esta Palabra del día de hoy, dejar que cale hondo.

La tarea de hacer el bien, de llevar la esperanza a todas las gentes -la tarea del Reino- no requiere autorización previa de ninguna autoridad, a pesar de los problemas que se puedan contraer. Y a la vez, esa tarea implica el compromiso vital y total de decir y llamar a las cosas como son: no podemos renunciar a nuestra vocación profética, que es anunciar la Buena Noticia y es también denunciar todo aquello que se opone a la Vida.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-Nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Jesús.
Ni la tribulación, ni la angustia, ni la persecución, ni el peligro, ni... Es una especie de letanía triunfal en la que san Pablo pone a continuación todos los obstáculos que ha ido encontrando personalmente: nada, nada, nada, puede separarnos de Ti. Guardo unos momentos de silencio para reflexionar en lo que podría yo añadir a esa lista: ¿cuáles son mis pruebas y dificultades desde hace unas semanas, HOY mismo? Trato de repetir a mi vez la certeza: ni... ni... ¡ni... podrán jamás separarme de tu amor, Señor!

-Jesús les contestó: "Vayan a decir a ese zorro..."
Jesús no se presta a dejarse influenciar por Herodes. Es Jesús quien decide su camino a seguir. Jesús responde a esa amenaza de Herodes con el desprecio: el "zorro" es un animal miedoso que sólo caza de noche y huye a su madriguera al menor peligro... ¡Herodes, ese zorro, ese cobarde! ese hipócrita que no se atreverá siquiera a tomar sobre sí la responsabilidad de la muerte de Jesús y la endosará a Pilato (Lc 23, 6-12).

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Jesús, tú que quisiste acogernos  a todos bajo tus alas, como la gallina a sus pollitos;  tú que concediste a Pablo fortaleza suficiente  para permanecer en fidelidad a tu alianza,  en medio de dificultades sin cuento;  tú que nos amas por encima de cualquier medida,  danos la gracia de vivir y expresarnos
como discípulos incondicionales en todo momento. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Tenemos que andar nuestro camino con el Señor, de manera consistente, aun en las dificultades de la vida. Conocemos claramente nuestra meta: amar a Dios y a los hermanos, y nada nos debe disuadir de amar. Sabemos que estamos en las manos de Dios. QUEJAS DEL SEÑOR

Vine a los míos y los míos no me recibieron.  Me hice como uno de ellos y no me conocieron.

Busqué nuevas formas de presencia: me prolongué en signos visibles, me quedé en sus templos y en sus casas,  quise estar en el centro de sus encuentros, pero ellos apenas se dan cuenta.

Me encarné en el pobre y en el que sufre; quise hacerme presente en sus debilidades:  curar, compartir, acompañar, servir, ser testigo firme de toda vida, aún de la más débil;  pero ellos se van por otros caminos.

Me ofrecí como alimento -sabroso pan y dulce vino- pero el banquete les parece insípido y triste. Me hice Palabra buena y nueva, y ellos la amordazan con leyes y normas. Les descubrí los manantiales de agua viva, y vuelven a las pozas y charcas contaminadas.

Tengo cada día una cosecha generosa de dones y gracias que quiero repartir, pero nadie la solicita, y me quedo con mis dones. ¡No hay dolor mayor que no poder regalar a quien se quiere!

Tal vez equivoqué la estrategia. Si me hubiera quedado en un lugar solamente,  seguro que todos irían a buscarme y a pedirme.  ¡Me tienen al alcance de la mano, pero ellos prefieren ir a encontrarme a oscuros y estériles rincones!

A pesar de todo, renuevo mi presencia. Me quedo con ustedes. Me quedo en el centro de sus vidas. No me busquen lejos. Búsquenme en lo más profundo de su ser, en lo más querido de sus anhelos, en lo más importante de sus tareas, en lo más cálido de sus encuentros, en lo más claro de sus historias. Búsquenme en el dolor y en la alegría, siempre en la esperanza y en la vida. Los espero.

Lectio Divina miércoles 26 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lectura Romanos 8, 26-30  Salmo; Lucas 13, 22-30

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

¿SERÁN POCOS LOS QUE SE SALVEN?


1. Hagamos las LECTURAS 
Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.  Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.

Del Evangelio según san Lucas 13, 22-30
Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: -«Señor, ¿serán pocos los que se salven?» Jesús les dijo: -«Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, se quedarán fuera y llamarán a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él les replicará: "No sé quiénes son." Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él les replicará: "No sé quiénes son. Aléjense de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Miren: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  - “A los que aman a Dios…”  “Entren por la puerta estrecha”…El domingo decíamos que había que amar a Dios con todo alma, con todo el ser, con todo el corazón y al prójimo como a sí mismo.  Los que aman a Dios son los que entran por la puerta estrecha de la justicia, del respeto a la dignidad de las personas, de la honestidad.  Hoy nos seduce la autopista amplia y cómoda del descaro, de la deshonestidad, el abuso de los bienes destinados a ser repartidos y compartidos en justicia y equidad.  La puerta estrecha es la cruz: la entrega incondicional, el servicio al Bien Común, la transparencia…aunque cueste la vida.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Jesús sigue con la enseñanza dirigida a los discípulos. Comienza en esta sección el Banquete del Amor, en que se describen los rasgos del auténtico creyente y de la comunidad cristiana. Estas palabras de Jesús que explican la dificultad y la exigencia del seguimiento, son una amenaza para la mayoría de los judíos, que serán lanzados fuera, mientras vendrán de todos los puntos cardinales hombres y mujeres a formar parte de este reino.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Siempre me han dejado pensativo estas palabras de la carta a los Romanos (8, 28): "A los que aman a Dios todo les sirve para el bien". Me han venido a la memoria, como a tanta gente, cuando he encontrado alguna adversidad.

Pero es fácil intuir que hay algo más profundo en esa afirmación. Es una promesa consoladora y un encargo. "Los que aman a Dios colaboran activamente en función del bien". Trabajar por el bien encierra una gratificación que, en algún momento, aflora. Enlazando con las reflexiones de los dos días anteriores, trabajar por el bien es "dejarse llevar por el Espíritu", reconociendo este mundo fecundado por el Reino de Dios. Hemos sido escogidos para esta misión, como reflejos del Hijo, como hijos e hijas.

Cada cual tiene la inmensa fortuna de mostrar el rostro de Dios, rostro de bien que anticipa el cara a cara con Él. Igualmente, todo el que se sabe hijo o hija de Dios anhela entrar en el banquete de su Reino, con el esfuerzo necesario, por el camino del don. En este anhelo se sitúa la pregunta sobre el número de aquellos que van a ser admitidos al banquete. Quizá fuera una duda normal en el contexto fariseo de aquel tiempo y se ha podido extender a otros tiempos. Incluso hoy puede haber quien busque una respuesta precisa para hacer cálculos sobre su salvación y la del resto de los mortales. Sin embargo, Jesús no da una solución matemática. La salvación no es cuestión estadística, para determinar quién queda incluido y quién excluido, por porcentajes o por aproximación.

Jesús responde aludiendo al compromiso con una cruda seriedad, la de la "puerta estrecha". Parece como si Jesús quisiera espantar al curioso que le pregunta con malicia. Incluso se puede interpretar que Jesús quiere decir que serán pocos los que puedan salvarse. No. No echemos cuentas. Si no se entienden bien estos versículos de Lucas —o no se quieren entender—, acudamos a Mateo 25, 31-46 —juicio final— para comprender cómo se atraviesa —o no— la "puerta estrecha". Y también, personalizando la fe, a Mateo 7,5: "Sácate primero la viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la paja que lleva en el suyo”. Atravesar la "puerta estrecha" exige desprenderse de la viga o las vigas propias, que pesan y hacen tambalearse, que ciegan e impiden encontrar el quicio. La hazaña de cruzar esa "puerta", la suelen hacer algunos últimos, venidos de oriente y de occidente, del norte y del sur… ¿Serás tú de los primeros… que aman a Dios?

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
¿Me considero seguro porque cumplo externamente con mis deberes religiosos?
¿Me considero religiosamente superior a otros basándome en criterios de práctica religiosa?
¿Intento entrar por la puerta estrecha de la conversión de cada día?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Oh Padre de nuestro Señor Jesucristo: Sabemos que hay pobres en el mundo y que hay gente que  sufre a causa de la injusticia  y de la dureza de corazón de otros. No nos permitas que permanezcamos indiferentes a su grave situación, sino danos el valor para compartir con los necesitados y ser la voz de los sin voz. Haz nuestra fe profunda y comprometida, para que tú nos reconozcas como verdaderos hermanos y hermanas de Jesucristo nuestro Señor.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: La puerta es angosta y hay que esforzarse para entrar… deja que el Señor te corrija y sientas el gozo de su gracia y tu esfuerzo por responder a esa gracia: “CORRÍGEME, SEÑOR”

En el camino, por donde avanzo, porque no siempre construyo ni siembro. Quiero levantarme, y caigo, hacer el bien, y edifico en el mal, aventurarme, y me quedo en los mínimos, seguirte, y me quedo en mí mismo.

CORRÍGEME, SEÑOR
Porque, la salvación que Tú me ofreces es eterna frente a lo efímero que veo Es futura, no de hoy para mañana es universal, no para unos pocos.

CORRÍGEME, SEÑOR
Necesito vivir en tu presencia para que la soledad no me atrape. Necesito de tu Palabra eterna y huir de las falsas y huecas. Que la vida, Señor, se acaba, pasa…y no vuelve, que temo mal vivir, si no vivo contigo, desgastarme sin ofrecerte de mí lo mejor, morir y, por el sendero, haber dejado sólo tropiezos y, adentrarme por puertas espaciosas que me han conducido a la infelicidad y desencanto

CORRIGEME, SEÑOR
Aún estoy a tiempo: de dar con la puerta que conduce a tu Paraíso, de abrir la puerta que lleva a la felicidad auténtica, de empujar la puerta que me enseña la eternidad ,de contemplar, detrás de tu puerta, que sólo vives Tú, que sólo reinas Tú y que, en el cielo, aún siendo difícil entrar, la llave y la clave la tenemos en la FE que Tú nos das Amén

Lectio Divina martes 25 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Romanos 8,18-25; Salmo 125; Lucas 13,18-21

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

SEAMOS LEVADURA EN LA MASA PARA UN MUNDO EMPOBRECIDO



1. Hagamos las LECTURAS 
Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto; creció hasta hacerse árbol y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD 
El evangelio está escondido en nuestras sociedad y es claro que a muchos les incomoda la Palabra, por eso hoy el efectos del texto en cada uno de nosotros nos debe llevar a las siguientes preguntas:. ¿Qué nos dicen a nosotros estas dos parábolas? Primero que el Reino de Dios, es comparado por Jesús a una semilla que se convierte en árbol, nos acerca a la historia de Dios como la historia de su Palabra: está escondida en la historia humana y va creciendo; Lucas piensa en la Palabra de Jesús (el reino de Dios está en medio de vosotros) que ya está creciendo pero que todavía no se ha convertido en árbol. Jesús y el Espíritu Santo están dando soporte a este crecimiento de la palabra. La imagen de la levadura completa el cuadro de la semilla. La levadura es el Evangelio que actúa en el mundo, en la comunidad eclesial y en cada creyente.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
A lo largo del camino que lo conduce a Jerusalén, Jesús estaba rodeado por “miles” de personas (11,29) que se agolpaban en su entorno. El motivo de esta atracción de las multitudes es la Palabra de Jesús. En el cap. 12 aparece la sucesión alterna de los destinatarios de la Palabra: los discípulos (12,1-12), la multitud (vv.13-22), los discípulos (vv.22-53) la multitud (vv.54-59). Sin embargo, en Lc 13,1-35 el tema dominante es el escándalo de la muerte. En la primera parte se habla de la muerte de todos (vv.1-9), mientras que en la segunda se habla de la muerte de Jesús (vv.31-35) y de la muerte ahorrada a los pecadores para que puedan disponerse a la conversión. Pero al lado del tema dominante hay otro: la salvación ofrecida a los hombres. La curación de la mujer encorvada: una hija de Abraham a la que Satanás mantenía atada hacía dieciocho años, es liberada por Jesús. Además, en el corazón de este cap. 13, encontramos dos parábolas que forman una unidad temática: el reino de Dios comparado con el “grano de mostaza” y con la “levadura”.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El Reino de Dios es semejante a una semilla de mostaza. Esta semilla es muy común en Palestina, de modo particular junto al lago de Galilea. Es conocida por su singular pequeñez. En Lc 17,6 Jesús usa esta imagen para expresar su esperanza de que sus discípulos tengan un mínimo de fe: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza…”. Esta parábola tan sencilla compara dos momentos de la historia de la semilla: cuando es enterrada (los inicios modestos) y cuando se hace un árbol (el milagro final). Por tanto, la función del relato es explicar el crecimiento extraordinario de una semilla que se entierra en el propio jardín, a lo que sigue un crecimiento asombroso al hacerse un árbol. Al igual que esta semilla, el Reino de Dios tiene también su historia: el Reino de Dios es la semilla enterrada en el jardín, lugar que en el Nuevo Testamento indica el lugar de la agonía y de la sepultura de Jesús (Jn 18,1.26; 19.41); sigue después el momento del crecimiento en el que llega a ser un árbol abierto a todos.
El Reino de Dios es semejante a la levadura. La levadura se esconde en tres medidas de harina. En la cultura hebrea, la levadura era considerada un factor de corrupción, hasta el punto que se eliminaba en las casas para no contaminar la fiesta de Pascua, que justamente empezaba la semana de los ázimos. El uso de este elemento negativo para describir el Reino de Dios era un motivo de perturbación para los oídos de los judíos. Pero el lector percibe su fuerza convincente: es suficiente meter una pequeña cantidad de levadura en tres medidas de harina para conseguir una gran cantidad de pasta. Jesús anuncia que esta levadura, escondida o desaparecida en las tres medidas de harina, después de un tiempo, hace crecer la masa.


3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
• ¿Eres consciente de que el Reino de Dios está presente en medio de nosotros y que crece de manera misteriosa difundiéndose en la historia de cada hombre, en la Iglesia?
• El Reino es una realidad humilde, escondida, pobre y silenciosa, mezclado con las luchas y placeres de la vida. ¿Has aprendido en las dos parábolas que sólo verás el reino en ti si adoptas una actitud de servicio humilde y de escucha silenciosa?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios? Con el salmo 128,1-2
¡Dichosos los que temen a Yahvé y recorren todos sus caminos! Del trabajo de tus manos comerás dichoso tú, que todo te irá bien


5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: Si queremos lograr cosas grandes, debemos empezar por lo pequeño. Recuerdo el caso de dos profesoras universitarias. Cuando al Caribe lo azotó el huracán Georges (1998), mucha ayuda fluyó para Puerto Rico y la República Dominicana. No obstante, para Haití no fue así. Ellas pensaron que podían hacer algo por el hermano país. Se presentaron en sus respectivos salones y les dijeron a los estudiantes que el que quisiera podía ayudar a Haití. Que los que quisieran trajeran una bolsita de arroz. Los primeros días obtuvieron más o menos una docena o dos de paquetes de arroz. Luego se les ocurrió que si enviaban un mensaje electrónico al profesorado, alguno podría también hacer la campaña. Y así lo hicieron. Muchos de los/as profesores/as les ofrecieron puntos al estudiantado por aquella pequeña tarea. Al cabo de dos semanas, tenían en sus oficinas más de 1,500 paquetes de arroz, que nos les cabían allí. Se comunicaron con una hermana de la caridad, y ella les dijo que se los enviaran, que la orden los haría llegar a Haití. Ellas lo hicieron, y así cumplieron con la caridad.

lunes, 24 de octubre de 2011

Lectio Divina lunes 24 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Romanos 8, 12-17: Salmo 67; Lucas 13, 10-17

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

YA MIRAMOS SIN VER AL QUE SUFRE



1. Hagamos las LECTURAS 
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: «Seis días tienen para trabajar; vengan esos días a que los curen, y no los sábados.» Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?» A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  -  Así como los que asistían regularmente a la sinagoga se habían acostumbrado a ver a esta mujer encorvada por tanto tiempo, nosotros, nuestro mundo, también nos hemos acostumbrado a ver el sufrimiento ajeno y pasar sin mirar, o peor aún, ya hasta nos burlamos… Hay tres casos recientes de esto: un pobre hombre que se tiró del puente de las Américas y que como ocasionó un tranque descomunal algunos que pasaban le gritaban: ¡Tírate ya! Otro caso el de la muerte de Gadafi todo destrozado y los que lo ajusticiaron y los curiosos alrededor muy tranquilos tomándole fotos. Otro caso, el de la niña china de dos años que fue atropellada dos veces y la gente pasaba alrededor y miraba como si nada. Entre encorvados e indiferentes andamos…
Sin embargo, por entre el vocerío inútil y la bulla mundana, se alzan voces que en nombre del Maestro y por Él, ven a los encorvados, los llaman por su nombre y los hacen poner de pie, liberándolos de todo yugo y haciendo que recuperen íntegramente su dignidad como hijas e hijos de Dios. Cuando esto sucede, es Cristo que pasa y es el Reino que se hace presente. La liberación implica salud y alegría.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
La importancia que los judíos daban al cumplimiento de los preceptos era constantemente “carga pesada” para Jesús, cuando enseñaba o realizaba algunos signos, que, más que simples acciones o milagros que favorecían a determinadas personas, eran un llamado urgente a producir un verdadero rescate del ser humano. Ese ser que se muestra enfermo, marginado o encorvado frente a la vida, a quien hay que transformar en persona y
devolverle su dignidad de criatura de Dios. La reprimenda de Jesús al jefe de la sinagoga es fuerte, tanto por las expresiones que usa como por el sentido que le da y que termina haciéndole sentirse confundido ante los argumentos contra el cumplimiento superficial de la Ley. Jesús nos recuerda que no debemos esmerarnos por cumplir la “letra” de la Ley, sino más bien su “espíritu”; que es más importante ser persona que no tan sólo parecerlo; que debemos construir el Reinado de Dios desde nuestro corazón. Jesús nos muestra lo importante que es salir de la encorvadura espiritual en la que vivimos y ser capaces de “enderezarnos” para poder mirar de frente al mismo Dios.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Es difícil que la Palabra para el día de hoy se nos haga ajena. Esa mujer, encorvada y agobiada, se encontraba allí, en un costado, doblegada por su mal desde hace mucho tiempo, -algo más que mucho tiempo, dieciocho años- está allí, tirada como una cosa inservible; la rutina del mal que la vulnera es tal que su nombre se ha disuelto, ha perdido el habla, no pide ser curada, pasivamente y en silencio sufre su mal.

Sin dudas, los asistentes habituales de la congregación -tal es el significado del término sinagoga- también estaban acostumbrados a ese mal; para colmo de males, era mujer. Por ello mismo, todos la miraban como parte cotidiana y normal en su encuentro religioso.

Pero pasa el Maestro, y Él mira y Él ve. La mira a los ojos, la llama, la declara libre de su enfermedad y le impone las manos.

La Palabra es eficaz, y esa eficacia está mucho más allá que nuestros limitados parámetros de eficiencia. La Palabra es liberación. Esa mujer enmudecida y oprimida por la enfermedad y el olvido de sus paisanos, es recreada y liberada por la acción de la Palabra de Dios, acción solidaria, acción de ternura, Reino entre nosotros desde Jesús.

Pero es claro, siempre anda por allí el portavoz de los comedidos que se quejan y no demoran en expresar a los gritos su indignación; ese galileo es un insolente que ha quebrantado las normas -que ellos mismos han sacralizado-. Aunque tal vez la insolencia mayor haya sido que ellos mismos, su indiferencia, ha quedado en evidencia...

Lámpara es tu Palabra, Maestro. Estamos demasiado atados a costumbres que hacemos sagradas, y que sólo conducen a relegar al hermano agobiado al olvido, a mirar sin ver al que sufre, a acostumbrarnos con una rutina cruel a que el dolor se nos haga habitual.

Quizás -sólo quizás- haya que rogar al Espíritu nos despierte de ese sopor inhumano y nos vuelva maravillosamente insolentes, como Él. Para hacer el bien, para ir en socorro del agobiado no se debe pedir permiso y no hay norma, canon ni doctrina que esté por ante la necesidad del hermano. Habrá que decidirse por esas santas malas costumbres del Reino.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
La mujer encorvada de hoy es un símbolo de todas las mujeres, excesivamente vejadas, en la historia Es un símbolo de todos los que soportan pesos intolerables, de cualquier tipo que sean. Puede que sean más de lo que nos parece, aunque sus espaldas no se curven materialmente.

He ahí a hombres y mujeres curvados por el peso del hambre y de la pobreza. Hombres y mujeres curvados por el peso de los hijos y las preocupaciones familiares. Hombres y mujeres curvados por el peso de los trabajos y los desvelos. Hombres y mujeres curvados por el esfuerzo y la lucha de la vida. Hombres y mujeres curvados por la incomprensión y la soledad. Hombres y mujeres curvados por el vicio y los apegos. Hombres y mujeres curvados por los recuerdos y los remordimientos, por los fracasos y las tristezas. Hombres y mujeres curvados por la falta de salud y por los años. - Gesto simbólico.

Pero ahora viene la reacción de Cristo. Al ver a esta mujer, no lo aguanta. Ni siquiera espera que ella le pida nada, como en los otros milagros. Tampoco le importa a Jesús que sea o no sea sábado. Eso era una muleta más. Jesús la llamó, la impuso las manos y la levantó.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor, sé que hoy quieres levantarnos también a nosotros. No quieres que vayamos por la vida agobiados y encorvados. Ponemos todas nuestras cargas en ti, sean materiales, sean espirituales. Libéranos de las fuerzas que nos oprime y de la que no somos capaz de liberarnos, haz que tu Hijo Jesucristo, extienda su mano sobre nosotros y diga con fuerza su palabra: "KUM, levántate". Y que ya levantados por la fuerza de su Palabra, podamos ayudar a tantos hombres y mujeres que andan encorvados por la vida. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Probablemente lo que nos falta es capacidad de asombro ante los males que presenciamos. Hagamos como Jesús  que entró a la sinagoga a dar culto al Padre con los demás, pero a diferencia de ellos hizo algo propio de Dios: Vió, Llamó y Dijo: Quedas libre de tu enfermedad.  Los demás no habían visto en 18 años que esta mujer estaba padeciendo. MUJER QUEDAS LIBRE… LIBRE… LIBRE
Mientras la mujer iba hablando, le brotaba por dentro la seguridad, la calma, recobró la confianza en sí, se fue colmando de paz... 

Pudo enderezarse, alzar la vista y mirar a Jesús a los ojos; y se sintió contenta de ser mujer; se supo dueña de sí y agradecida; completamente abierta al intercambio de dones. 

Entonces recordó las palabras de Jesús: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Y se fue contenta repitiendo: libre… libre… libre.

Todos la saludaban con alegría, le expresaban su parabién, muchos la abrazaron, se vio en boca de todos, felicitada, acompañada, rica de amigos y de ganas de vivir y de hacer tantas cosas...
¡Gracias, Jesús!

sábado, 22 de octubre de 2011

Lectio Divina viernes 21 de octubre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Romanos 7,18-25; Salmo 118; Lucas 12, 54-59

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
CALIGRAFÍA ETERNA


1. Hagamos las LECTURAS 
Decía también a la gente: «Cuando ustedes ven una nube que se levanta en el occidente, al momento dicen: "Va a llover", y así sucede. Y cuando sopla el sur, dicen: "Viene bochorno", y así sucede. ¡Hipócritas! Saben explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran, pues, este tiempo? «¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD  -  Bastantes signos de los tiempos estamos viendo hoy; muchos, muchísimos. Y el que no los quiera ver…

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
En muchas partes del Evangelio, Jesús reprende duramente a quienes le escuchan, por su falta de fe, su falta de confianza, por no darse cuenta de su presencia divina; y utiliza contra ellos palabras duras e hirientes, que producen escozor y rabia. Ellos esperarían otra cosa de ese hombre que habla de tantas cosas hermosas y que las habla con autoridad. Para la generación de Jesús, lo importante es buscar el bienestar material, el cumplir literalmente la Ley, pero sin tener presente a Dios. Se realizan acciones por cumplir, no porque sean necesarias para la salvación, ni menos para ir construyendo el Reinado de Dios.  Y por eso Jesús los critica duramente, les reprocha el que saben ver los signos y señales que se producen tanto en el cielo como en la tierra, pero no son capaces de ver los signos que él les muestra a través de sus palabras y de su actuar, que va mucho más allá de un simple cumplimiento de la Ley. Para Jesús, la vida debe ir más allá de sus propios afanes. Hay que experimentar en ella la presencia del Reinado de Dios.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
La mano bondadosa del Creador escribe y dibuja signos a través del entramado de la historia.

Leer estos mensajes eternos, descubrir esa caligrafía tan especial requiere una sinceridad corazón adentro que a menudo nos falta, y una capacidad de discernimiento -que todos poseemos- y que frecuentemente la utilizamos con fines mezquinos.

No obstante, es cuestión de saber abrir los ojos y aprender a leer nuevamente. Todo está allí, maravilloso y evidente, resplandenciente en la naturaleza, brillante en los animales y magníficamente inscrito con ternura y Misericordia en nuestras existencias.

Quizás esa sea la mejor lectura de los signos de los tiempos, saber mirar y ver la mano del Dios de la Vida en todas las cosas.

Aún así, hay más -siempre hay más-. La alegría que producirá el descubrimiento de este gran tesoro no es cuestión individual. Antes bien, tiene una proyección al prójimo, cercano y lejano.

Por ello la enseñanza del Maestro: lo imperioso es la reconciliación. Cuando tengo algo pendiente con mi hermano, mis pasos son pesados y torpes, y la mirada se me nubla.

Tal vez, tengamos una vertiente de misión en llevar reconciliación a las gentes y a toda la Creación.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
En su introducción, la Constitución del Vaticano II sobre la Iglesia en el Mundo de Hoy dice: “Es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura, y sobre la mutua relación de ambas.” Por “signos de los tiempos” queremos significar corrientes de pensamiento y actitudes ante los acontecimientos, aspiraciones, problemas, movimientos de la humanidad, y semejantes. Pensemos en los hippis, el movimiento de Jesús, Pentecostalismo, la liberación de la mujer, el fuerte anhelo de liberación, la rebelión de muchos jóvenes contra el consumismo y la hipocresía... ¿Podemos descubrir puntos de contacto y de apertura a los valores del evangelio?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios nuestro: Mientras el mundo de hoy tiene hambre de justicia, de verdad y de valores espirituales,  quizá disfrazados o distorsionados en una forma difícil de reconocerlos,  abre nuestros ojos, y danos tu espíritu de sabiduría y discernimiento.
Así aprenderemos a comprender este mismo mundo,  a sentirnos como en casa con él y a descubrir las sendas y los pasadizos  que nos pudieran llevar  a todos nosotros hacia ti, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Si queremos ser gente que vive en nuestro tiempo, tenemos que estar con los ojos abiertos a todo lo que sucede en el mundo a nuestro alrededor. “Nadie es una isla”. Nadie debiera vivir en un mundo aparte. Esta actitud nos abrirá los ojos también para comprender mejor nuestra fe. “EL TIEMPO ES COMO UN RIO”

a)      Nunca te justifiques a ti mismo con nadie…porque la persona que te quiere no lo necesita, y la persona que no te quiere no te creerá.

b)      No dejes que alguien se convierta en prioridad en tu vida, cuando tú solamente eres una opción en la suya…

c)      Las relaciones son mejores cuando son balanceadas.

d)     Cuando despertamos en la mañana, tenemos dos simples alternativas: “volvernos a dormir y soñar… o nos despertamos y perseguimos esos  sueños”. La elección es tuya!

e)      Hacemos llorar a los que se preocupan por nosotros; luego lloramos por aquellos que nunca se preocupan por nosotros y nos preocupamos por aquellos que nunca llorarán por nosotros. Esta realidad nos asalta en la vida más a menudo de lo que deseamos… ¡Es extraño pero ocurre! Una vez que te percates de ello, nunca será tarde para cambiar!

f)       No hagas promesas si estás contento. No respondas si estás triste. No tomes decisiones si estás enojado. Piénsalo dos veces… actúa sabiamente.

g)      Si vives diciendo lo ocupado/a que estás, entonces tú nunca serás libre. Si vives diciendo que no tienes tiempo, entonces tú nunca tendrás tiempo. Si vives diciendo que lo harás mañana, tu mañana nunca llegará.

h)      El tiempo es como un río… No puedes tocar la misma agua dos veces, porque la que ya pasó nunca pasará otra vez.

¡¡Disfruta cada momento de la vida!!