sábado, 9 de abril de 2011

Lectio Divina cuarto viernes de cuaresma 8 de abril 2011, Ciclo – A- Lecturas: Sab 2,1.12-22; Salmo 33; Juan 7,1-2.10.25-30

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

EL BIEN NOS CAUSA FASTIDIO



 1. Hagamos las LECTURAS 
Del libro de la Sabiduría 2,1a.12-22
Se dijeron los impíos, razonando equivocadamente: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»  Así discurren, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable.

Del Evangelio según san Juan 7, 1-2. 10. 25-30
Recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas. Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: - «¿No es éste el que intentan matar? Pues miren cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene.» Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: - «A mí me conocen, y conocen de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése ustedes no lo conocen; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado.» Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD –  El avance de la increencia y de la antipatía religiosa en nuestra tierra, pone en cuestión su influencia en la sociedad. Esta “prueba” nos debe llevar a un análisis purificador, a una autocrítica constructiva, a una conversión: ¿será significativa la fe cristiana de mañana en la sociedad? O bien, ¿seremos creíbles como creyentes y como comunidad que refleja a Jesucristo? ¿Qué tiene que cambiar y qué tiene que desaparecer? ¿En qué tenemos que gritar más o levantar la voz? No importa que desaparezca “una forma” de ser cristiano, lo que no tiene que desaparecer es el cristianismo. Por muchas pruebas que haya.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Los hombres y mujeres que afirman conocer un poco a Dios y vivir consistentemente como hijos e hijas, resultan bichos raros y aburridos para los no creyentes, así como para los que toman su religión sólo como una serie de obligaciones externas y de ritos religiosos. No hay lugar para cristianos excéntricos, que van contra corriente, ya que su modo de vida perturba las formas establecidas de la sociedad. Ello irrita a los no creyentes y éstos quieren probar la fe de los que ponen su confianza en Dios. Uno tiene que acomodarse, o si no… --- La persona que expresa sus quejas en el Libro de la Sabiduría era una de esas personas molestas y que suelen aburrir. Jesús también lo fue. ¿Y nosotros, qué?

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
En la literatura sapiencial como es el libro de la Sabiduría que hoy leemos, aparece el género humano dividido en dos grupos: frente a los justos y a los sabios, los impíos y los locos. El impío es el que deja rienda suelta a sus instintos: astucia, violencia, sensualidad, soberbia (Salmo 5); desprecia a Dios (Salmo 10, 3); se encarniza contra los justos y los pobres, etc. Y a pesar de lo que nos desconcierta, es la suerte del justo la que siempre aparece cuestionada, en cambio aparentemente al impío le va bien. Esto naturalmente alza muchas voces contra los impíos, deseándole todo tipo de males. Dios siempre aparece del lado del justo, pero no quiere la muerte del impío, sino que se convierta y viva. 

En el Nuevo Testamento, la locura consiste no sólo en la impiedad que rechaza el querer de Dios, sino también en una sabiduría que se cierra a su gracia. Jesús conoce el género del que estamos hechos. Y sabe muy bien que nadie puede llamarse a sí mismo justo. Todos necesitamos de una conversión radical para acoger su palabra y ponerla en práctica. Pensar que podemos prescindir de esta gracia, para vivir como verdaderos hijos e hijas, hermanos y hermanas, sería una insensatez.

Durante varias semanas hemos seguido de cerca a Jesús. Su modo de ser nos descoloca y apasiona. Pero hoy vemos que también ese mismo modo de actuar a otros los desconcierta. El justo, Jesús, resulta incómodo. ¿Cómo permanecer a tu lado Señor? 

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
El narrador nos comunica la sensación de revuelo, reacciones encontradas, decisiones improvisadas, comentarios que causa Jesús con su actuar.  Él, su origen y personalidad y misión es la gran pregunta.  Se ve que tanto sus parientes, como la gente y los dirigentes religiosos y políticos estaban frente a alguien diferente.
Nosotros los cristianos, si pretendemos seguir el modelo de Jesús de Nazaret, ¿también causamos revuelo y asombro y comentarios por nuestra forma de actuar?  ¿Percibe la gente que están delante de una persona diferente, alternativa? 

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?           
Oh Dios y Padre nuestro: Profesamos con sano orgullo que somos tus hijos e hijas, y que tú nos llamas  a vivir el estilo de vida de Jesús, tu Hijo. Danos valor para vivir esta vida de modo coherente;  no para hacer un show de nosotros mismos, ni para reprobar a otros,  sino simplemente por que reconocemos  que tú eres nuestro Padre y queremos agradarte, ya que somos tus hijos e hijas,  hermanos y hermanas de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: Que con nuestras vidas seamos testigos creíbles y valientes del Señor, que fue perseguido y sufrió para que nosotros alcanzáramos perdón y vida. “AMENAZADOS DE VIDA”
Dicen que estoy “amenazado de muerte” porque ando en malas compañías  y frecuento zonas conflictivas, porque no llevo guardaespaldas y aparezco en medio de las peleas; dicen que mis gestos son peligrosos, que voy por mal camino, que exagero… Tal vez. Pero cuando los que mueren son los otros, ya me dirán si hay exageración en algo tan simple como curar y dar consuelo.

Dicen que estoy “amenazado de muerte”
porque soy un Lázaro cualquiera, porque mi piel es distinta, porque soy extranjero, porque tengo una vida que no es vida, porque otros tienen preferencia… Tal vez. Pero no me digan, entonces, que lo de ustedes es vida. ¡Es cultura de muerte, y no me interesa!

Dicen que estoy “amenazado de muerte”
Es una advertencia para intimidarme, meterme miedo en el alma y en el cuerpo y dejar que todo siga el curso que beneficia a los de siempre. Sea lo que fuere, estoy tranquilo
porque, si me matan, no me quitan la vida. Me sembrarán contigo y granaré desbordando sueños.

Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos “amenazados de vida”.
Porque Tú eres la vida, aunque estés crucificado en la cumbre del basurero del Mundo, o enterrado en arrabales, suburbios y ghettos.

Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. ¡Estamos amenazados de vida, de esperanza, de amor…! Porque tu hora, Señor, ha llegado, y recorres nuestro mundo como río de agua viva.








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