sábado, 3 de septiembre de 2011


Lectio Divina Viernes 02 de septiembre 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Colosenses 1,15-20; Salmo 99; Lucas 5, 33-39

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

ESTE NOVIO SIEMPRE ESTÁ… Y ALEGRE


1. Hagamos las LECTURAS 
Los maestros de la Ley y los fariseos le preguntaron a Jesús: -Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones, e igualmente los de los fariseos; en cambio, tus discípulos comen y beben. Jesús les contestó: -¿Pueden hacer ayunar a los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que el novio les será arrebatado; entonces ayunarán. Les puso también este ejemplo: -Nadie corta un trozo de tela de un traje nuevo y lo pone en un vestido viejo, porque estropeará el nuevo, y al viejo no le caerá bien la pieza del nuevo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo reventará los odres, se derramará el vino y los odres se perderán. El vino nuevo se echa en odres nuevos. Y nadie habituado a beber vino añejo quiere el nuevo, porque dice: «El añejo es mejor».


VEAMOS NUESTRA REALIDAD  - Hoy estamos muy propensos a vivir un cristianismo rígido, ayuno de la alegría del Reino. El Maestro nos invita a que participemos de la fiesta que significa su presencia entre nosotros. Felices los cristianos que vivan la alegría de su Espíritu.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Siguiendo el hilo conductor de la narración lucana, podemos ir armando el cuadro general de la predicación de Jesús, que está anclado en la realidad, la cotidianidad a partir de comparaciones sencillas y expresivas, con un profundo sentido de vida y sobre todo de verdad. A partir de un cuestionamiento a él y a sus discípulos por su forma de comportarse, aprovecha para darnos una instrucción sencilla y profunda. La comparación del pedazo de tela nuevo y del odre nuevo. El ayuno y la penitencia, prácticas religiosas comunes y obligatorias en tiempos de Jesús, son replanteados y dejados a un lado por Jesús y sus seguidores. Ésta es la raíz del cuestionamiento lanzado a Jesús y a la vez la oportunidad para expresar el mensaje. El trozo de tela nuevo que rompe el vestido viejo, es la imagen usada por Jesús para expresar las implicaciones del cambio propuesto por el maestro. Las novedades del Reino exigen nuevas personas, nuevas estructuras, nuevos sentimientos. Las exigencias y consecuencias de este cambio se refuerzan con el ejemplo del vino nuevo que requiere odres nuevos, de lo contrario se echa a perder todo.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Viejas ropas que no somos capaces de abandonar. De vez en cuando, se nos vuelve necesario colocar algún remiendo pues nos descubrimos impresentables; algún gesto solidario, una que otra oración mecánica, alguna misa que nos calme el ardor de la conciencia. Remiendos que se vuelven viejos, y nos desgarran.

Remiendos que en comunidad -esto que llamamos Iglesia- solemos utilizar. Apelando a menudo en la exactitud de las formas -importantes, claro está- pero que se quedan allí; puros remiendos.

La Buena Noticia no puede ser alambrada ni acotada a unos pocos, o al cumplimiento de normas. Normas antes que corazones convertidos, formas antes que contenidos, puros remiendos que sólo desgarran almas y separan a los hermanos.
Con las tristezas y la miseria, con dolores y cruces tan habituales, aún así tenemos un destino de fiesta perpetua que se expresa en plenitud y vida que no se termina y que es el mejor fruto de la misericordia.

Habrá que decidirse a cambiar de ropas del todo, sin remiendos.  Nada puede detener a la Buena Noticia, no hay odre que pueda contenerla.

Sólo en corazones nuevos se vuelve el mejor de los vinos.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-Por qué no ayunan tus discípulos?
¡Qué empeño ponemos en medir a todos por nuestro propio rasero! Tenemos mucho miedo de "pasarnos" en la entrega a los demás y queremos normas minuciosas que permitan que la "bondad" sea medible según una norma "clara". Si yo ayuno, tú también. Si doy limosna, tú no puedes ser menos. Si reparto mis bienes a los pobres, no tienes ningún derecho a quedarte con los tuyos. Si soy fiel a mis compromisos, no te consentiré ni el más pequeño desliz... La lista podría ser larguísima. Estoy segura de que cada quien podrá añadir sus propias "exigencias".
¿Terminaremos de entender alguna vez que la mayor novedad de Jesús es el amor y que el amor no puede encasillarse en "pautas prefijadas"? No podemos poner el "vino nuevo" de Jesús en los "odres viejos" de nuestras mezquindades. Hoy quisiera invitaros a todos a suplicar juntos al Señor vino y odres para que su Novedad se instaure definitivamente en nuestras vidas.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Tú nos has dado a Jesús como nuestro compañero en el camino para ayudarnos a entender lo viejo y familiar con un corazón nuevo y joven. Que él nos empuje hacia adelante cuando tratemos de hacer componendas simplemente echando parches aquí y allá  a lo viejo. Que tu Espíritu sople sobre nosotros tu vigoroso aliento de vida para renovarnos a nosotros y a nuestro mundo con tu misericordia y justicia. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  De tanto en tanto tenemos que preguntarnos a nosotros mismos, cuán fieles somos al evangelio. Es fácil quedar fosilizados en nuestra vida espiritual y apostólica. El evangelio quiere que permanezcamos jóvenes y siempre nuevos. ERES OTRA COSA
Eres otra cosa, Jesús. Eres otra cosa.

Tanto tiempo contigo, sentados a tu mesa, caminando a tu vera, y no te entendemos.

Seguimos atados a nuestras formas y prácticas, a nuestras costumbres, tradiciones y leyes. Hemos hecho de ellas nuestro credo, nuestra norma de vida. Y aunque estén vacías nos entra un miedo atroz cuando Tú intentas romper el castillo vano en el que nos refugiamos.

Eres otra cosa, Jesús. Eres otra cosa.

¿Quién ha dicho que Tú eres triste,  serio, aguafiestas y exigente?
¿Quién ha dicho que el Evangelio  está reñido con la alegría y la fiesta? ¿Quién ha dicho que la fe es una carga inútil  de normas y leyes que ya no rigen? ¿Quién ha dicho que tu mensaje es una cadena con manto de rosas y promesas huecas?

Tanto tiempo contigo, trabajando en tu viña, hablando de nuestras vidas,  y no te entendemos.

Tenemos que cambiar de pies a cabeza: nuestras glándulas resecas,  nuestros miembros sin juego, nuestras arterias rotas,  nuestra mente cerrada, nuestro corazón viejo.

Beber vino nuevo y exponernos al viento de tu Espíritu  sólo con el manto que Tú nos has tejido. Romper esquemas, y adquirir estilo, forma y mentalidad nueva  para entenderte y gozarte.

Tanto tiempo contigo, oyendo tus risas, compartiendo tus fatigas, y no te entendemos,
porque seguimos siendo fariseos, ayunando de tu Evangelio, y no nos atrevemos a emborrachamos contigo.

Eres otra cosa, Jesús.  Eres otra cosa.

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