Lectio Divina lunes 25 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Hechos 4,33;5,12.27-33;12,2; Salmo 66; Mateo 20, 20-28 (Santiago Apóstol)
PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
PODER ES SERVIR…CON AMOR
1. Hagamos las LECTURAS
Se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?» Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.» Pero Jesús replicó: «No saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber?» Contestaron: «Lo somos.» Él les dijo: «Mi cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.» Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
VEAMOS NUESTRA REALIDAD – ¿Cuáles son nuestros esquemas de comportamiento? ¿Qué es lo que vemos a menudo en nuestro mundo, en nuestra sociedad, incluso en nuestras comunidades cristianas? Afán de poder. Ganas de ser importante, de figurar. Luchas por conseguir pasar delante de los demás. Codazos para poder salir en la foto. La convicción de que, sin nosotros, no funcionaría nada o todo se derrumbaría. Utilización de técnicas publicitarias: se trata de vender imagen. Control de todo y de todos, no fuera que alguien actuara por cuenta propia. Ahorrarse que la mayoría piense y se organice: hay más que suficiente con que algunos tengan iniciativas y las ofrezcan a todos los demás. Cortar de cuajo cualquier posibilidad de discrepancia. Esconder información... por el bien de todos, claro está. Marcar siempre las distancias, pero hacer gestos de acercamiento: eso gusta a los súbditos. Un cuerpo de funcionarios numeroso, que asegure una maquinaria incomprensible para todo el mundo pero que asegure la permanencia. Crear dependencia dando como favor aquello que ya corresponde como derecho, o exigiendo como obligatorio lo que es opcional. Acumular cuantas más prerrogativas mejor: si el poder está muy repartido, el sistema se hunde. ¡NO SERÁ ASÍ ENTRE USTEDES! y punto…
2. MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Santiago se hizo discípulo de Jesús juntamente con su hermano Juan. Él fue, con Santiago y Juan, uno de los apóstoles más cercanos e íntimos de Jesús. Fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración del Señor y de su agonía en Getsemaní. Le apodaron “hijo del trueno” por su celo por el Reino. Propuso una línea dura contra aquellos que no aceptaban el evangelio. Pero Jesús le dijo que su tarea era no precisamente destruir, sino salvar. Experimentó en sí mismo las consecuencias de esa línea dura, cuando murió como mártir, y, por lo tanto, compartiendo con Cristo su copa de sacrificio, tal como el Señor le había predicho.
b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El mensaje de fondo de este texto radica en saber que los modelos políticos no son ejemplos adecuados para la construcción del Reino en la vida de los seres humanos. Jesús presenta un modelo distinto del acaecer del Reino en la historia, el modelo del servicio gratuito.
Jesús no cede a la propuesta de la madre de los Zebedeos, aunque estos tomen parte en la pasión del Señor; pero una cosa es clara: el Reino pertenece al Padre. La indignación de los demás discípulos lleva al Maestro a juntarlos a todos y a explicarles las verdaderas implicaciones del discipulado, la manera de reinar Dios no es como el de los poderosos y de los delimitadores de las conciencias, sino justamente lo
contrario: Servir con amor, ayudando a los demás a realizarse como seres humanos. El verdadero reinar pasa ineludiblemente por el servicio desinteresado, hasta asumir las últimas consecuencias, compartiendo incluso el mismo destino de Jesús. El privilegio dentro de la propuesta de Jesús no es la del poder por el poder, sino la de la solidaridad apasionada que construye igualdad.
3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Ser cristiano no puede ser un pretexto para situarse bien en el mundo, para escalar primeros puestos o acceder a desmedidos privilegios. Cuando la religión se degrada a esos menesteres, la fe fácilmente deriva en pseudo-creencia o en peligroso fanatismo. Ser cristiano es seguir a Cristo, no fabricarse hermosas ensoñaciones o atesorar buenos deseos. El desafío cristiano espera de nosotros una respuesta generosa y reflexiva, como la de los hijos del trueno: "podemos". La fe es una opción, una respuesta incondicional a la palabra de Dios, un sí rotundo a la llamada de Jesús. Y hoy, al recordar y celebrar con Santiago nuestra llamada a la fe, es momento propicio para renovar nuestro compromiso. Aunque, tal vez adoctrinados por nuestra propia experiencia, tenemos que matizar nuestro entusiasmo y contar, sobre todo, con la gracia de Dios. Porque podemos ser fieles al evangelio, pero no sin la gracia de Dios.
4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios nuestro: Tu Hijo Jesús era igual a ti, y sin embargo se hizo nuestro hermano y servidor. Te pedimos que su Espíritu esté vivo en nosotros, como lo estuvo en el apóstol Santiago. Prepáranos para sentirnos, como tu Hijo, impotentes y vulnerables, de tal forma que podamos servirnos humildemente los unos a los otros, especialmente cuidando generosamente de nuestros hermanos más débiles. Que la gente experimente qué vigoroso y audaz has hecho nuestro amor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy?
Motivación: Nuestra actitud más frecuente en la vida es que queremos que nos sirvan, en vez de servir. Es más fácil y agradable. Jesús nos dice que tenemos que aprender a entregarnos generosamente y a servir. Eso nos proporcionará verdadera felicidad. “LE PEDÍ A DIOS”
Le pedí a Dios estar en primera fila... Él me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad.
Le pedí ser el centro del mundo... Él me enseñó que la vanidad me aparta del centro de cualquier cosa.
Le pedí Fama y gloria... pero Él me concedió sencillez y comprensión para que mi ego no fuera a herir a los demás.
Le pedí a Dios un auto que viajara veloz... Él me concedió un paso firme por el sendero correcto para que no atropellara mis sentimientos.
Le pedí Tener una mansión pero... Él me dio una pequeña casa llena de ternura y amor.
Le pedí poseer dinero para tener muchos amigos pero ... Él me concedió algo mejor: me ofreció Su amistad no a cambio de mi dinero sino de mi sinceridad.
Le Pedí a Dios poseer mucha belleza y sin embargo... Él me dio sensibilidad y belleza espiritual para que no me sintiera más que los demás.
Le pedí a Dios ser siempre feliz, pero... Él me hizo conocer la tristeza para que comprendiera que la vida no sólo esta compuesta de cosas bellas y para que tuviera compasión por el sufrimiento de los demás.
Le pedí un carácter fuerte pero... Él me concedió un corazón blando y un carácter pasivo para que pudiera amar y ayudar a los demás.
Le pedí tener el mundo a mis pies pero... Él me hizo comprender que es mejor tener amigos en el corazón.
Por todo eso Dios mío... nunca me concedas todo lo que te pido... concédeme lo que hasta hoy he tenido la dicha de poseer.
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