miércoles, 9 de marzo de 2011

Lectio Divina martes 08  de marzo 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Tobías 2,9-14; Salmo 111; Marcos 12,13-17

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA


1. Hagamos las LECTURAS 
Y envían hacia él algunos fariseos y herodianos, para cazarle en alguna palabra. Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?» Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea.» Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Ellos le dijeron: «Del César.» Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Marcos 12,13-14.  Fariseos y herodianos eran los grupos líderes a niveles locales en los poblados de Galilea. Mucho antes, habían decidido matar a Jesús (Mc 3,6: “Pero en cuanto los fariseos salieron, comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús”). Ahora, al mando de los Sacerdotes y de los Ancianos, quieren saber de Jesús si está a favor o contra el pago del impuesto a los romanos, a César. Pregunta experta, ¡llena de malicia! Bajo la apariencia de fidelidad a la ley de Dios, buscan motivos para poderle acusar. Si Jesús dijera: “¡Tienes que pagar!”, podrían acusarle ante el pueblo de ser amigos de los romanos. Si dijera: “¡No hay que pagar!”, podrían acusarle ante las autoridades romanas de ser subversivo. ¡Parecía un callejón sin salida!

Marcos 12, 15-17: Jesús percibe la hipocresía. En su respuesta, no pierde tiempo en inútiles discusiones y va derecho al núcleo de la cuestión. En vez de responder y de discutir el asunto del tributo a César, pide que le muestren la moneda, y pregunta: "¿De quién es esta imagen e inserción?" Ellos responden: "¡De César!" Respuesta de Jesús:"Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios!”. En la práctica reconocían ya la autoridad de César. Ya estaban dando a César lo que era de César, pues usaban sus monedas para comprar y vender y hasta para pagar ¡el impuesto al Templo! Lo que interesa a Jesús es que “den a Dios lo que es de Dios”, esto es, que devuelvan a Dios el pueblo, por ellos desviado, pues con sus enseñanzas bloqueaban a la gente la venida del Reino (Mt 23,13: Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo). Otros explicaban esta frase de Jesús de otro modo: “¡Den a Dios lo de Dios!”, esto es, practiquen la justicia y la honestidad según lo que exige la Ley de Dios, pues por la hipocresía ustedes están negando a Dios lo que se le debe. Los discípulos y las discípulas deben ¡tomar conciencia! Pues era el fermento de estos fariseos y herodianos lo que les estaba cegando los ojos (Mc 8,15: “Jesús les advirtió: —Miren, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”)

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
En el evangelio de hoy continúa el enfrentamiento entre Jesús y las autoridades. Los sacerdotes, ancianos y escribas habían sido criticados y denunciados por Jesús en la parábola de la viña (Mc 12,1-12). Ahora, los mismos piden a los fariseos y a los herodianos que preparen una encerrona contra Jesús, para poderlo acusar y condenar. Preguntaban a Jesús sobre el impuesto que había que pagar a los romanos. Era un asunto polémico que dividía a la opinión pública. Los adversarios de Jesús querían a toda costa acusarlo para menguar su influencia ante la gente. Grupos, que antes eran enemigos entre sí, ahora se unen para luchar en contra de Jesús que invadía, según ellos, su terreno. Esto sigue ocurriendo hoy. Muchas veces, personas o grupos, enemigos entre sí, se unen para defender sus privilegios contra aquellos que los incomodan con el anuncio de la verdad y de la justicia.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
• ¿Conoces algún caso de grupos o de personas que eran enemigos entre sí, pero que se juntaron para perseguir a una persona honesta que los incomodaba y denunciaba? ¿Te ha pasado alguna vez?
• ¿Cuál es hoy el sentido de la frase: “Lo de César devolvédselo a César, lo de Dios a Dios”?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
El salmo 90 en el versículo 14 y 16 nos dice: “Sácianos de tu amor por la mañana, y gozaremos y cantaremos de por vida. ¡Que tus siervos vean tu acción,
y tus hijos tu esplendor!”. Por eso te pedimos Señor,  acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro Señor

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: Sumergidos como estamos en medio de una sociedad que está dispuesta a hacer lo que sea por alcanzar el éxito personal, esta fábula de Esopo nos recuerda que en la vida no podemos andar de esa manera.

Cierta vez un lobo, después de capturar a un carnero en un rebaño, lo arrastraba a su guarida. Pero un león que lo observaba, salió a su paso y se lo arrebató.

Molesto el lobo, y guardando prudente distancia le reclamó: “¡Injustamente me arrebatas lo que es mío!”

El león, riéndose, le dijo: “Ajá; me vas a decir seguro que tú lo recibiste buenamente de un amigo”.

Moraleja: Lo que ha sido mal habido, de alguna forma llegará a ser perdido.

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