"La presencia de Dios en nosotros se debe a otra persona, al Espíritu Santo. Al Padre nadie lo ha visto, mientras que el Hijo
se dio a conocer. Pero ni el Padre solo, ni el Hijo pueden entrar en comunión con los hombres, sino es mediante el Espíritu Santo, al que debiéramos llamar siempre, en cada momento de nuestra vida”. Recordemos que es Dios quien se comunica con nosotros por medio del Espíritu Santo, por eso llamamos vida espiritual a todo lo que se refiere a nuestras relaciones con Dios”
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