jueves, 28 de julio de 2011

Lectio Divina jueves  28 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Éxodo Éx 40,16-21.34-38; Salmo 83; Mateo    13, 47-53

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

TODA CLASE DE PECES


1. Hagamos las LECTURAS 
Dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entienden bien todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí." Él les dijo: "Ya ven, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo." Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD“¿Entienden bien todo esto?” Es que sinceramente no hemos entendido nada…  Pero decimos que sí entendemos como los discípulos del texto de hoy. Porque ¿quién nos ha dado la potestad de estar desde ahora escogiendo peces buenos o malos y poniendolos aparte? Dice Jesús que esto se deja para el final de los tiempos… Pero resulta que a veces nos vamos tan a los extremos que en lugar de ponerlos aparte los echamos directamente al horno encendido.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
La parábola de la red es una evocación de lo que el reinado de Dios será en el futuro, cuando llegue la hora del juicio final. Así como la cizaña crece junto con el trigo hasta el día de la recolección, así también la red recoge del mar peces de toda clase y condición. Lo bueno y lo malo han de convivir en una tensión histórica que permita que lo bueno se fortalezca y lo malo tenga la posibilidad de la restauración y la redención. El Reino es un cuerpo mixto que está formado por miembros que asumen la esencia de la existencia: tender hacia el bien o al mal. El colador final de quienes deben ser dignos de salvación ha de dejarse a Dios, dado que el Reino está abierto a todos. ¿Hemos entendido? La comprensión es una de las características principales del discipulado que es capaz de actualizar el mensaje de salvación y liberación en la historia. El mensaje del Reino tiene ahora precedencia sobre lo antiguo y le da un significado nuevo.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Las redes de los pescadores pueden atrapar cualquier clase de peces. Así es el Reino.
Atrae por igual a gente honesta con buenos propósitos y a gente manipuladora y oportunista. Sin embargo, la lógica misma del Reino hace que unos se diferencien radicalmente de los otros.
Muchos discípulos de Jesús lo siguieron con aparente fidelidad pero ocultaban oscuros intereses. A lo largo del camino fueron manifestando sus verdaderas intenciones. Se vestían con el manto del servicio a Dios para servir a sus propias ambiciones. Jesús les anuncia la inevitable fuerza que tiene el Reino para descubrirlos y separarlos de la auténtica comunidad. Al final, Dios les servirá de lo mismo que han cultivado.
Al terminar la parábola, Jesús diferencia entre los escribas o intelectuales que se han hecho sus discípulos de otros que se han encerrado en sus doctrinas. El intelectual que se hace hijo del Reino sabe combinar lo que sabe, lo que tiene con la novedad constante que irrumpe con el Reino. Saca de sus reservas cosas nuevas y cosas antiguas. El intelectual que no se abre a la acción del Reino, se encierra en sus doctrinas para sólo sacar vejestorios inservibles. De este modo, Jesús acoge entre sus discípulos a los que están dispuestos a poner al servicio del pueblo y del Reino lo que saben. Aquellos hábiles y creativos que combinan su ciencia con la novedad que irrumpe en la vida del Pueblo de Dios.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-Y recoge toda clase de peces...
Buenos y malos juntos. Útiles e inútiles. Lo mismo que en la parábola de la cizaña y el trigo mezclados. Tú te propones decirnos, Señor, que dejas a los hombres todos, "un tiempo para convertirse". Tú nos revelas un rasgo dominante de tu personalidad, que a la vez revela un rasgo dominante de Dios: Eres bueno, indulgente. No has querido hacer una Iglesia de "puros", de perfectos. Hay "toda clase" de gentes en tu Reino, que esperan la plenitud perfecta del Fin de los tiempos. Hay que haber visto una red salir del mar, con todas las suciedades que contiene. No es nada hermoso. Así es el Reino, por ahora.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Bendito seas, Padre, porque Jesús nos habló del Reino con maravillosas parábolas que unen el anuncio de tu salvación y la felicidad del hombre. Haz, Señor, que la buena nueva del Reino nos fascine de tal modo que arriesguemos todo para darle alcance, y que su diminuta semilla sea la fuente perenne de las actitudes básicas de nuestro seguimiento de Cristo al ritmo de las bienaventuranzas. Así, mediante la amorosa soberanía de tu voluntad, se realizará tu reinado en el mundo en que vivimos, comenzando por nuestra propia vida personal. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Trabajemos para realizar la misión que nos encomendó Jesús: pescar “toda clase de peces”… No nos mandaron a seleccionarlos, sólo a pescarlos… No nos confundamos, no sea que al final nos tiren con los malos.CUESTIÓN DE ACTITUD”
En mi Vida ya perdone errores casi imperdonables. Trate de sustituir personas insustituibles, de olvidar personas inolvidables. Ya hice cosas por impulso. Ya me decepcioné con algunas personas, mas también yo decepcioné a alguien.  Ya di abrazos para proteger.  Ya me reí  cuando no podía.  Ya hice amigos eternos.  Ya amé y fui amado pero también fui rechazado. Ya fui amado y no supe amar.  Ya grité y salté de felicidad. Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.  Ya lloré  escuchando música y viendo fotos.  Ya llamé sólo para escuchar una voz. Ya me enamoré por una sonrisa.  Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia  y ...Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡¡ Pero sobreviví !! ¡¡Y todavía vivo !! No paso por la vida. Y tú tampoco deberías sólo pasar...¡¡¡VIVE!!!
Bueno es ir a la lucha con determinación, abrazar la vida  y vivir con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más que para ser insignificante. .!! "Todo en la vida es cuestión de Actitud" Charles Chaplin.



Lectio Divina miércoles  27 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Éxodo Éx 34,29-35; Salmo 98; Mateo   13, 44-46

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
DESCUBRE EL TESORO: DIOS TE AMA


1. Hagamos las LECTURAS 
Dijo Jesús a la gente:-«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»


VEAMOS NUESTRA REALIDAD – Es triste comprobar que hay muchos cristianos que no ven su fe en Dios, su relación con él y los demás, su religión y su cristianismo como un tesoro que alegra el corazón sobre manera y por el que merece la pena sacrificar tantas cosas y caprichos. El evangelio del Reino no es para ellos una alegre noticia que libera, sino una turbia fuente de obligaciones y consiguientes amenazas, es decir, una nueva y resignada esclavitud legalista en vez de la absoluta libertad del que ama.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Uno de los sentidos iniciales de estas parábolas está en comprender que el Reino y el reinado de Dios son un tesoro de tan alto valor que un entendido daría gozosamente todo para conseguirlo. En términos más sencillos: “Las medias tintas” o “los más o menos” no ayudan a que se instaure el reino en la historia y en la condición humana de las personas, pueblos y comunidades. Esta conducta hace ver que Jesús comprendió el Reino de Dios como un descubrimiento cuyo gozo acaba con cualquier tipo de vacilación. En las dos parábolas se toma una decisión radical, renunciar libremente a todo por el tesoro encontrado; pero esa decisión se origina en la profunda fascinación que produce su descubrimiento. La alegría provocada por el hallazgo del tesoro, permite entender que la adhesión al proyecto de Dios no llega como una exigencia extraordinaria o heroica, sino como don gozoso de Dios, que por sus dimensiones y parámetros hace absolutamente feliz. Quienes han encontrado el tesoro se ponen en marcha por construir otro mundo posible, optando por construir fraternidad y solidaridad efectiva entre los seres humanos.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Ese hombre encuentra un tesoro escondido en el campo. Lo esconde, no hace alarde del mismo. Ese encuentro desata su alegría de tal modo que vende todo lo que tiene para adquirir el campo en el que está el tesoro.
Es tan obvio que se nos escurre ante una mirada rutinaria: el tesoro no era buscado, se lo encuentra "por casualidad", de improviso, subrepticiamente.
No obstante, a pesar de su infinito valor y de no ser buscado, ese tesoro estaba allí en el campo. Sucede que el Reino esta allí, escondido y latente en la vida; solemos pasarlo de largo, hasta que un día lo descubrimos y todo cobra un nuevo sentido, todo adquiere un valor insospechado. Mejor aún, nada hay más valioso que ese tesoro encontrado.
Por el contrario, el mercader de perlas finas es un buscador consecuente y tenaz: es su oficio, es su tarea diaria, lo que mejor sabe hacer es buscar las mejores perlas. Esa búsqueda sin desmayos  sus frutos: por fin se encuentra la perla mejor, la más valiosa, la más hermosa. Y es dable vender todo para adquirirla, es decir, no hay nada más valioso.
El Reino está oculto y palpitante en la vida; aún sin buscarlo, está allí. El Reino sucede en la existencia diaria, en el aquí y el ahora con una fuerza insospechada, con un valor inigualable. Quizás haya que reflexionar que si está allí, escondido y latiendo en la existencia, vibrante y silencioso, ese descubrirlo nos haga mirar a toda la creación de otro modo, valiosísima y sagrada, impregnada de la bondad del Creador que se nos regala -sin medir méritos, sin cuantificar premios o castigos- Él mismo.
Y otro color no menor: el Reino acontece, sucede, está escondido pero también se deja maravillosamente encontrar para el buscador tenaz y honesto.
No hay nada más valioso: quizás por ello el Maestro llame felices, bienaventurados a quienes lo busquen y lo encuentren.
El tesoro del Reino es la alegría perpetua, la felicidad que se brinda para toda la humanidad sumida en la tristeza y la oscuridad. Está allí, está aquí, sólo hay que encontrarlo.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Es una sabiduría rara -la verdadera sabiduría- la de descubrir cuáles son los valores auténticos en esta vida, y cuáles no, a pesar de que brillen más o parezcan más atrayentes. ¿Qué es más importante: el dinero, la salud, el éxito, la fuerza, el gozo inmediato? ¿o la felicidad, el amor verdadero, la cultura, la tranquilidad de conciencia?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios, Padre nuestro: Nuestro corazón permanece inquieto hasta que haya descubierto la paz que tú nos ofreces en tu Hijo Jesucristo. Ayúdanos a poner nuestra confianza y alegría no en cosas frágiles, perecederas, sino en tu Hijo, en su Buena Nueva de salvación, y en el reino que vino a instaurar entre nosotros. Haznos pobres de espíritu y receptivos, danos a cada uno de nosotros un corazón atento y sabio para seguir buscando hasta que te encontremos a ti en Jesús y en nuestros hermanos. Te lo pedimos por el mismo Cristo, Señor nuestro, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: 
Trabajemos para descubrir el tesoro encontrado, la perla más buscada: la certeza de saber que tenemos un Padre que nos ama con locura y que sabe lo que nos conviene, mucho más que nosotros mismos.PORQUE TÚ LO QUIERES”

Tú eres todo lo que creo, todo lo que espero, todo lo que busco, todo lo que no tengo todavía, todo lo que todavía no soy, todo lo que amo…

Tú estás en todo lo que vive, en todo lo que nace, en todo lo que sufre,
en todo lo que ríe, en todo lo que canta, en todo lo que grita, en todo lo que me calma, en todo lo que amo…

Tú, el que me visita, el que me llama, el que me reconforta, el que me sugiere, el que me ofrece, el que me pide, el que me espera, el que me ama…

Tú, mi roca firme, mi oasis reconfortante, mi silencio sonoro, mi noche estrellada, mi manantial de vida, mi tesoro encontrado…

Tú, Padre/Madre, por encima de legalidades, por encima de saberes, por encima de manías, por encima de respuestas, por encima de historias…

Y yo, hijo tuyo porque eres Tú quien quieres que así sea.


miércoles, 27 de julio de 2011

Lectio Divina martes 26 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Éxodo Éx 33,7-11; 34,5-9.28; Salmo 102; Mateo  13, 36-43

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA
  
EL MAL TIENE FECHA DE CADUCIDAD



1. Hagamos las LECTURAS 
Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.» Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno. El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda.

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – Las personas, las instituciones y los sistemas que han optado por convertir este mundo en un escenario de muerte, de violencia y ambición irremediablemente están condenadas a vivir de acuerdo a su propia elección. Pero los que hemos asumido la tarea de hacer germinar el Reino estamos llamados a resolver el destino del mundo en la tierra fértil de la historia siendo peregrinos de una comunidad de relaciones alternativas.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
La interpretación de la parábola de la cizaña tiene como fin la comprensión, por parte de los discípulos y de la comunidad cristiana, de tener que vivir en un mundo donde el bien (la justicia) tiene que abrirse camino en constante confrontación con el mal. El campo donde el Hijo del hombre siembra la buena semilla es el mundo y toda su condición ambivalente, entre las luchas por la justicia y la violencia sistemática. En el mundo, el trigo y la cizaña crecen juntamente y entremezclados. En este sentido, el mal no sólo está en el mundo, sino también al interior de la comunidad eclesial. La comunidad dentro de sí lleva siempre algo de cizaña, de ahí que los seguidores de Jesús se sientan invitados a ser como la semilla buena y no como la mala hierba.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
 “Explícanos la parábola de la cizaña del campo”... El mal, el juicio final... preguntas que se hace el ser humano... Quienes viven desde el amor están anticipando el final. Por tanto, sólo quienes aman pueden distinguir el trigo de la cizaña, el bien del mal. La simple indignación ética, la rabia y la venganza no permiten ver la realidad con los ojos de Dios.
El mal está presente por doquier, incluso en aquellas realidades que son signo de la santidad y que, por consiguiente, quisiéramos inmunes de tal herencia humana. Agustín, cuando habla de la Iglesia “santa y pecadora”, levanta acta de la presencia del mal en la comunidad de los cristianos, que es sacramento de la presencia de Dios en el mundo.
El apóstol Pablo toma en su raíz esta realidad cuando observa que desearía hacer el bien y, sin embargo hace el mal. La comunidad de los “puros”, de los intocables por el mal, no es la comunidad de los discípulos de Jesús, una comunidad formada por pecadores que han pasado incluso por la experiencia del amor misericordioso que perdona y salva. De ahí surge en el corazón esa humildad que atrae la complacencia de Dios y también la simpatía de los otros. Entonces podremos descubrir una cierta solidaridad con aquellos que hacen el mal, porque no somos mejores que ellos.
La oración se convierte en el instrumento eficaz para ayudarles e incluso para confirmarnos a nosotros mismos en la opción de pertenecer al Señor, prenda de la verdadera vida en el tiempo y de plenitud en la eternidad. Si tenemos una conciencia más iluminada que la suya respecto al bien y al mal, no ha de servirnos para autorizarnos a proceder a hacer juicios sumarios, sino de compromiso para hacer el bien con las acciones y las palabras. El ejemplo arrastra.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-"El que siembra la buena semilla, es el Hijo del hombre."
Jesús sembrador. Jesús sembrador de buena semilla "Pasó haciendo el bien"... sólo el bien, nada malo. ¿Y yo?  La buena semilla, son los hijos del reino. Fórmula sorprendente. ¡Lo que Jesús siembra, en este momento, en el mundo es "nosotros"! ¡Hijos del reino! Responsabilidad inaudita que sobrepasa infinitamente nuestros medios humanos. Yo soy una "simiente", según Dios. Jesús me ha sembrado en algún sitio para que sea, allí, fuente de vida.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Bendito seas, Dios paciente y misericordioso, porque “siendo soberano poderoso, juzgas con moderación y nos perdonas con gran indulgencia. Obrando así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento”.Haz que sepamos asumir nuestras propias limitaciones y las de nuestros hermanos, como tú nos aceptas a todos. Enséñanos a combinar la laboriosidad y la paciencia para vencer la inacción y el desaliento, sabiendo esperar que la semilla del Reino fructifique en nosotros. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Jesús, en el evangelio de hoy, nos hace comprender que alguien ha sembrado malas hierbas. Las malas hierbas crecen, ahogan, matan. El Enemigo quiere acabar con Dios... ¡pero no lo conseguirá! Tendremos siempre a nuestro lado la sombra del Enemigo... pero Jesús nos exhorta a no temer, a no perder la calma. El mal tiene fecha de caducidad. BUDA Y EL BANDIDO”

Crear y curar vs. herir y destruir
Rebeldes de pacotilla llama un autor a los que se quedan en sueños y palabras, a los que solo saben gritar y criticar. Rebelarse para destruir es muy fácil. Lo difícil es saber qué vamos a construir en su lugar. Los rebeldes que necesitamos son los que ayudan, alivian y mejoran. La verdadera rebel­día es crear y curar.

En la vida de Buda se cuenta el caso de un ban­dido que intentó matarlo. Y Buda le dijo: "Antes de matarme, ayúdame a cumplir un último deseo: corta, por favor, una rama de ese árbol". Y el ban­dido la cortó. Buda añadió: "Ahora vuelve a po­nerla en el árbol para que florezca". "Debes estar loco (respondió el bandido), eso es imposible". "El loco eres tú (le dijo Buda). Te crees poderoso porque puedes herir y destruir. Eso es cosa de niños. El verdaderamente poderoso es el que sabe crear y curar".


Lectio Divina lunes 25 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Hechos 4,33;5,12.27-33;12,2; Salmo 66; Mateo   20, 20-28 (Santiago Apóstol)


PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

PODER ES SERVIR…CON AMOR


1. Hagamos las LECTURAS 
Se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»  Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»  Pero Jesús replicó: «No saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber?» Contestaron: «Lo somos.»  Él les dijo: «Mi cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»  Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.» 

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – ¿Cuáles son nuestros esquemas de comportamiento? ¿Qué es lo que vemos a menudo en nuestro mundo, en nuestra sociedad, incluso en nuestras comunidades cristianas? Afán de poder. Ganas de ser importante, de figurar. Luchas por conseguir pasar delante de los demás. Codazos para poder salir en la foto. La convicción de que, sin nosotros, no funcionaría nada o todo se derrumbaría. Utilización de técnicas publicitarias: se trata de vender imagen.  Control de todo y de todos, no fuera que alguien actuara por cuenta propia. Ahorrarse que la mayoría piense y se organice: hay más que suficiente con que algunos tengan iniciativas y las ofrezcan a todos los demás. Cortar de cuajo cualquier posibilidad de discrepancia. Esconder información... por el bien de todos, claro está. Marcar siempre las distancias, pero hacer gestos de acercamiento: eso gusta a los súbditos. Un cuerpo de funcionarios numeroso, que asegure una maquinaria incomprensible para todo el mundo pero que asegure la permanencia. Crear dependencia dando como favor aquello que ya corresponde como derecho, o exigiendo como obligatorio lo que es opcional. Acumular cuantas más prerrogativas mejor: si el poder está muy repartido, el sistema se hunde. ¡NO SERÁ ASÍ ENTRE USTEDES! y punto…

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Santiago se hizo discípulo de Jesús juntamente con su hermano Juan. Él fue, con Santiago y Juan, uno de los apóstoles más cercanos e íntimos de Jesús. Fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración del Señor y de su agonía en Getsemaní. Le apodaron “hijo del trueno” por su celo por el Reino. Propuso una línea dura contra aquellos que no aceptaban el evangelio. Pero Jesús le dijo que su tarea era no precisamente destruir, sino salvar. Experimentó en sí mismo las consecuencias de esa línea dura, cuando murió como mártir, y, por lo tanto, compartiendo con Cristo su copa de sacrificio, tal como el Señor le había predicho.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
El mensaje de fondo de este texto radica en saber que los modelos políticos no son ejemplos adecuados para la construcción del Reino en la vida de los seres humanos. Jesús presenta un modelo distinto del acaecer del Reino en la historia, el modelo del servicio gratuito.
Jesús no cede a la propuesta de la madre de los Zebedeos, aunque estos tomen parte en la pasión del Señor; pero una cosa es clara: el Reino pertenece al Padre. La indignación de los demás discípulos lleva al Maestro a juntarlos a todos y a explicarles las verdaderas implicaciones del discipulado, la manera de reinar Dios no es como el de los poderosos y de los delimitadores de las conciencias, sino justamente lo
contrario: Servir con amor, ayudando a los demás a realizarse como seres humanos. El verdadero reinar pasa ineludiblemente por el servicio desinteresado, hasta asumir las últimas consecuencias, compartiendo incluso el mismo destino de Jesús. El privilegio dentro de la propuesta de Jesús no es la del poder por el poder, sino la de la solidaridad apasionada que construye igualdad.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Ser cristiano no puede ser un pretexto para situarse bien en el mundo, para escalar  primeros puestos o acceder a desmedidos privilegios. Cuando la religión se degrada a esos  menesteres, la fe fácilmente deriva en pseudo-creencia o en peligroso fanatismo. Ser cristiano es seguir a Cristo, no fabricarse hermosas ensoñaciones o atesorar buenos  deseos. El desafío cristiano espera de nosotros una respuesta generosa y reflexiva,  como la de los hijos del trueno: "podemos". La fe es una opción, una respuesta incondicional  a la palabra de Dios, un sí rotundo a la llamada de Jesús. Y hoy, al recordar y celebrar con  Santiago nuestra llamada a la fe, es momento propicio para renovar nuestro compromiso.  Aunque, tal vez adoctrinados por nuestra propia experiencia, tenemos que matizar nuestro  entusiasmo y contar, sobre todo, con la gracia de Dios. Porque podemos ser fieles al  evangelio, pero no sin la gracia de Dios.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Señor Dios nuestro:  Tu Hijo Jesús era igual a ti,  y sin embargo se hizo nuestro hermano y servidor.  Te pedimos que su Espíritu esté vivo en nosotros,  como lo estuvo en el apóstol Santiago.  Prepáranos para sentirnos, como tu Hijo,  impotentes y vulnerables, de tal forma  que podamos servirnos humildemente los unos a los otros,  especialmente cuidando generosamente  de nuestros hermanos más débiles.  Que la gente experimente qué vigoroso y audaz  has hecho nuestro amor.  Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Nuestra actitud más frecuente en la vida es que queremos que nos sirvan, en vez de servir. Es más fácil y agradable. Jesús nos dice que tenemos que aprender a entregarnos generosamente y a servir. Eso nos proporcionará verdadera felicidad.LE PEDÍ A DIOS”

Le pedí a Dios estar en primera fila... Él me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad.

Le pedí ser el centro del mundo...  Él me enseñó que la vanidad me aparta del centro de cualquier cosa.

Le pedí Fama y gloria... pero Él me concedió sencillez y comprensión para que mi ego no fuera a herir a los demás.

Le pedí a Dios un auto que viajara veloz... Él me concedió un paso firme por el sendero correcto para que no atropellara mis sentimientos.

Le pedí Tener una mansión pero... Él me dio una pequeña casa llena de ternura y amor.

Le pedí poseer dinero para tener muchos amigos pero ...  Él me concedió algo mejor: me ofreció Su amistad no a cambio de mi dinero sino de mi sinceridad.
Le Pedí a Dios poseer mucha belleza y sin embargo... Él me dio sensibilidad y belleza espiritual para que no me sintiera más que los demás.

Le pedí a Dios ser siempre feliz, pero... Él me hizo conocer la tristeza para que comprendiera que la vida no sólo esta compuesta de cosas bellas y para que tuviera compasión por el sufrimiento de los demás.

Le pedí un carácter fuerte pero...  Él me concedió un corazón blando y un carácter pasivo para que pudiera amar y ayudar a los demás.

Le pedí tener el mundo a mis pies pero... Él me hizo comprender que es mejor tener amigos en el corazón.

Por todo eso Dios mío... nunca me concedas todo lo que te pido... concédeme lo que hasta hoy he tenido la dicha de poseer.


miércoles, 20 de julio de 2011

Lectio Divina miércoles 20 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Éxodo 16,1-5.9-15; Salmo77; Mateo 13,1-9

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

EL CONTINÚA CON LA SIEMBRA



1. Hagamos las LECTURAS 
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – En esa aventura de volvernos tierra fértil, está también el volver a imaginar como sembramos... ¿Hablamos de las cosas del Reino a partir de lo que la gente vive a diario, con sencillez y sin demasiadas vueltas? Pero, ante todo, anunciar desde la propia vida aquello que se quiere transmitir.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Jesús, Maestro y Sembrador, tomaba escenas de la vida diaria de su pueblo -compuesto especialmente de campesinos y artesanos- y desde esas experiencias cotidianas enseñaba las cosas del Reino presente ya entre el pueblo. Y las gentes lo escuchaban con agrado, y buscaban el sentido de las parábolas que les regalaba.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Sin lugar a dudas, se trata de un Sembrador particularmente extraño: confía más en la fuerza de la pequeña semilla antes que en el terreno en donde ésta ha de caer.
Es tenaz, y tiene una certeza que no puede explicarse racionalmente: sabe que muchas semillas pueden caer en terrenos poco adecuados para la siembra. Sin embargo, no se detiene y continúa con la siembra. Todo lo suyo está condensado en una semilla, tan extraña como Él: parece tan pequeña y frágil, y no obstante ello, lleva en sí una fuerza imparable y un destino cierto de fruto abundante.
Como discípulos y seguidores de Jesús, también tenemos misión de siembra. Podrá presentarse terreno rocoso, algunas aves se comerán nuestras semillas, habrá parcelas aparentemente estériles e inadecuadas para recibirlas. Pero se trata, como en el caso del Sembrador, de la calidad de la semilla.
La siembra es Gracia, y la semilla se esparce generosamente por doquier, aún en terrenos-corazones que a simple vista presentan la tarea como ardua e inútil. Es generosidad sin medidas del Sembrador.
Nos queda volvernos tierra buena en donde germine y crezca fuerte la semilla, y los frutos serán incalculables, magníficamente desproporcionados como ese agua convertida en vino en una boda, como los cinco panes que alimentan a una multitud y llenan además doce canastas...

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
Jesús fue el maestro por excelencia ¿que podemos hoy aprender de él? Multitudes están necesitando que alguien les enseñe la palabra de Dios. ¿Que vamos a hacer tú y yo ante esta gran necesidad?

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Gracias, Padre, por Cristo, esperanzado sembrador de la semilla del Reino a pesar de los obstáculos. Jesús fue el primer grano de trigo que, muriendo, dio espléndida cosecha de vid y resurrección.  Su optimismo nos contagia y nos estimula a dar fruto. Haz de nosotros, Señor, el campo de tu sementera, para que demos el ciento por uno a base de constancia, servicialidad, desprendimiento y conversión continua. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: 

"Señor, que no recemos menos, pero que sembremos más".SI USTED SIEMBRA”

Un joven agrónomo argentino llegó a las tierras que había heredado de sus padres, con su título y sus técnicas modernas.

Acudió a un terrateniente vecino, hombre de consejo, y le preguntó si daría algodón su campo. "Patroncito —le dijo el vecino— nunca vi al­godón en su campo, no creo que dé algodón, lo más un poco de hierba, algo de fruta, leña…”

"¿Y soja, daría mi campo?". "No creo, nunca vi soja en él".

"¿Y maíz?". "Nunca vi maíz por ahí, no creo que le dé maíz".

"Gracias por el consejo, Señor —le dijo el joven—. Pero, mire usted, voy a probar a ver qué pasa, voy a sembrar".

"Bueno, si usted siem­bra... Si usted siembra, es otra cosa...”

martes, 19 de julio de 2011

Lectio Divina martes 19 de julio 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Éxodo 14,21-15,1; Salmo (Éx 15, 8-17); Mateo 12, 46-50

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

UNA GRAN FAMILIA


1. Hagamos las LECTURAS 
Estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó: -«Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo.» Pero él contestó al que le avisaba: -«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo: -«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – Actualmente, estamos atacados por todos los flancos para hacer la voluntad de todo el mundo.  Se nos hace difícil hasta hacer nuestra propia voluntad. La Palabra de hoy pide cumplir la voluntad de Dios… difícil pero posible. Podemos empezar por rogar que podamos hacer individual y colectivamente la voluntad de nuestro Padre común, y dejar de pretender que sea Él el que haga nuestra voluntad.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Mateo define a los discípulos como la verdadera familia de Jesús. El objetivo del discipulado no es negar los vínculos familiares, sino afirmar la primacía de los vínculos presentes en la comunidad que Jesús congrega alrededor del Proyecto de su Padre: el Reino. La nueva familia de Jesús está abierta a la humanidad entera; la única exigencia para pertenecer a ella es llevar a efecto el deseo del Padre, que se concreta en la adhesión a Jesús mismo. La dimensión vertical de los lazos de sangre se convierte en la horizontalidad de las relaciones del reino. La invitación de Jesús a sus discípulos es la de ser oyentes y servidores de la Palabra, que se comprometan hasta el final con la obra salvadora de Dios para la humanidad. Todo aquel que se asocie a este compromiso queda unido a Jesús por vínculos más estrechos de amor, de intimidad y de universalidad. Se constituye de esta manera un mundo de relaciones atravesado por los valores del reino de la justicia, de solidaridad y de la igualdad de los hijos de Dios.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy?
Él estaba rodeado de una multitud, que bebía sus enseñanzas. Allí fuera estaban su Madre y sus parientes. Tal vez no podían pasar por el gentío, tal vez la intención era sacarlo de allí; quizás sólo querían recordarle su origen.

(Para comprender este pasaje debemos recordar que Moisés había mandado condenar a muerte a los falsos profetas, a los magos que hacían milagros. Además, en aquellos tiempos estaba admitida la responsabilidad colectiva, de suerte que los padres eran responsables si no denunciaban a su hijo como falso profeta. Desde esos presupuestos, podemos comprender el comportamiento de la gente de Nazaret. Es preciso volver inocuo a Jesús, impedir que se pierda. Y no sólo él, sino también los suyos, posiblemente todo el pueblo. De ahí que los hermanos de Jesús, llevando con ellos a María de Nazaret, le pidan que renuncie a su locura, o sea, a su misión.)

Hay una actitud que se repite, traducida de muchos modos a través de la historia: que Jesús le pertenece a un clan, grupo, familia, religión o Iglesia determinada.  Es difícil negar la tentación de creer que Él es sólo nuestro... Pero con el Apóstol de los Gentiles, afirmemos: Cristo es todo en todos.

Los parientes se quedan fuera esperando que se someta a los reducidos cánones de la tribu; sin embargo, con un gesto Él los invita -y nos invita- a ir más allá de los lazos biológicos.

No hay que apresurarse en caer en razones falaces, en argumentos que induzcan a error: el Maestro no está aboliendo los lazos familiares tradicionales, sino que abre una puerta para que desde ellos, se haga más profunda y trascendente nuestra relación con los demás.

Así como se puede llegar a un conocimiento profundo del otro en el seno familiar, así es su convite: escuchar -que no oír- la Palabra y hacerla vida. Encarnar en la existencia, en cada latido, en el recorrido de la sangre la Buena Noticia.

Es decisión cordial; es una gran familia en la que cada uno de sus integrantes es reconocido en su identidad y como tal, se vuelve único, irrepetible, sagrado por una cuestión primordial de filiación.

Tiempo nuevo para la Humanidad en la que toda mujer y todo hombre puede reconocer en el otro a un hermano a partir de su origen: un Padre común.

Quizás haya que volver a descubrir con ojos plenos de asombro a esta gran familia a la que hemos sido invitados, y que llamamos Iglesia.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo. Ese es hermano mío y hermana y madre.
La característica esencial del discípulo de Jesús: es "hacer la voluntad de Dios". El que actúa así es un verdadero pariente de Jesús. Entrar en comunión con Dios, haciendo su Voluntad... Es, al mismo tiempo, entrar en comunión con innumerables hermanos y hermanas que tratan, ellos también, de hacer esa misma voluntad. Si en todos mis actos de cada día y en todos los minutos, procuro mantenerme unido a Dios, lo estoy también a todas las santas almas de la tierra, a todos los "discípulos" de Jesús esparcidos en todos los países del mundo. ¡Y María, que hizo la voluntad de Dios a la perfección, es, también por ello, "su madre"!

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Oh Dios, Padre de todos:  Tú nos conoces y nos amas:  Pase lo que nos pase,  estamos en tus manos. A dondequiera que nos lleves,  tú sabes a dónde quieres que lleguemos. Te pedimos fe y confianza. Haz que tu voluntad sea nuestra voluntad, para que nos conduzcas a tu casa bajo la guía de aquél que cumplió siempre tu voluntad   en todo lo que hizo, Jesucristo, tu Hijo,  nuestro Señor. Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  Jesús nos asegura que lo que nos acerca a Dios y nos hace sus “parientes” es el hacer la voluntad del Padre. Esto es lo que realmente importa, más que los lazos de sangre.  Esta misión fue la medula y el significado más profundo de la vida y muerte de Jesús. Pidamos para que su fidelidad sea nuestra propia fidelidad. NUESTRA VERDADERA PATRIA”

Hoy, Señor; se nos ofrece un nuevo día lleno de vida, esperanza y posibilidades. Queremos seguirte allí donde estés, y gozar de tu presencia, a veces radiante, a veces oscura:
en los sueños de paz de los hombres y mujeres,
en los corazones sedientos de Ti,
en la morada secreta de los que aman la vida,
en la voz íntima de los que nos susurran tus caminos;
en el trabajo intenso y en la calma del descanso,
en la luz del día y en las sombras del camino,
en las rocas inflexibles y en los manantiales de agua,
en los  bosques y estepas, en los valles y las montañas,
en el tapiz desplegado de la creación;
en el encuentro con los amigos
en los cantos de alegría y de protesta,
en las demandas de amor,
en los rostros de los que se entregan sin medida
y en los pies cansados de los que hacen camino.

En esta tierra que es tu casa y nuestra morada, recrea nuestro corazón para que te ame más, lava nuestro rostro para que resplandezca tu verdad, guía nuestros pies para que te sigan sin temor; y abre todos nuestros sentidos para que sientan que tú, peregrino sin fronteras, eres nuestra patria, nuestra meta y nuestro descanso.