domingo, 27 de febrero de 2011

Lectio Divina domingo 27 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Isaías 49,14-15; Salmo 61; 1Corintios 4,1-5 Mateo 6,24-34

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA


1. Hagamos las LECTURAS 
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "Ningún hombre puede servir a dos amos: porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o usted y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios ya las riquezas. Por tanto os digo, no te preocupes por tu vida, qué habéis de comer o beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir la vida no vale la pena tal vez más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. No mucho mejor de lo que vale la pena? Y quién de vosotros, como usted se preocupe, puede prolongar su vida siquiera un poco? Y el vestido, ¿por qué molestarse? Observa como los lirios del campo no trabajan ni hilan. Sin embargo, yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Ahora bien, si Dios viste así la hierba del campo, que hoy está y mañana es echada al horno, hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No te preocupes, diciendo: "¿Qué comeremos? ¿Qué hemos de beber? ¿Qué vamos a llevar? ". De todas estas cosas van en busca de los paganos. Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad. En su lugar, intenta, en primer lugar, el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no te preocupes por el mañana, porque mañana se hará cargo de sí mismo. Cada día tiene ya sus problemas".

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
¿Puede alguien servir a dos señores? ¿Qué sucede cuando una persona pretende servir a dos señores al mismo tiempo? ¿A quién no se puede servir simultáneamente según las palabras de Jesús?
¿De qué no se deben preocupar las personas? ¿Qué vale más que el alimento? ¿Qué más que el vestido?
¿Qué pide el Señor que se observen? ¿Qué no hacen las aves del cielo? ¿Qué hace el Padre de Jesús con ellas? ¿Cuál es la respuesta obvia para la pregunta ‘no valen ustedes más que ellas’? ¿Y cuál para la pregunta del v. 27?

Y a propósito del vestido ¿qué pide Jesús que se contemple? ¿Qué sucede con los lirios? ¿Qué rey, en todo su esplendor, no llegó a vestirse tan hermosamente como un lirio?  ¿Qué hace Dios con las hierbas del campo? ¿Qué pasa con las hierbas del campo? ¿Con quién hará mucho más Dios? ¿Con qué calificativo se refiere Jesús a los discípulos y a la muchedumbre? Si quieres comprender más el alcance y sentido de esta expresión lee las otras ocasiones en que aparece en Mateo (8,26; 14,31; 16,8) ¿Qué actitud deben tomar los discípulos y la muchedumbre? ¿Qué no deben andarse preguntando? ¿Quiénes se afanan por esas cosas? ¿Qué sabe el Padre Celestial? ¿Qué se debe buscar primero? ¿Qué se dará por añadidura? ¿De qué no se debe tener preocupación? ¿Por qué? ¿A qué le basta cada día?

 b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? 
Nuestro texto comienza con el versículo 24, que reitera el tema de la adhesión al plan de vida total propuesto por las enseñanzas del Maestro. Junto a este proyecto es amar a un amo, Dios, y dedicarse a él. "Nadie puede servir a dos amos: porque o aborrecerá al uno y amará al otro o uno y menospreciará al otro." Estos polos de odio / amor, el afecto / desprecio Deuteronomio nos recuerda que tiene por objeto regular los casos de poligamia, donde puede ocurrir que uno tiene "dos esposas, un amado y odiado a los otros" (cf. Dt 21,15 -17). El Génesis es el primer libro de Samuel nos relacionamos los dos casos de Jacob, Raquel y Lía, por una parte, y Elcana, y Anne Penina la otra (Gn 29,30-31, 1 Sam 1,2-8). St. Paul también habla de un corazón indiviso al servicio del Señor (1 Cor 7,7-34). El Señor no matar a los que se someten! Él es Padre y es muy consciente de nuestras necesidades. Ya en la Oración del Señor, Jesús nos invita a pedir al Padre que nos proporciona nuestro pan de cada día (6.11).

La dedicación a Dios, entonces, implica una caída en manos de su padre y providencial. Dios compasivo que se preocupa por la hierba del campo y proporciona alimento a los gorriones también se ocupa de nosotros, Jesús nos asegura: "si Dios viste así la hierba del campo que hoy es y mañana es echada al fuego, no va a hacer más por ti ...?" (v. 30). El contraste con la riqueza explica por qué, en hebreo y arameo, Mammon se utiliza en referencia a la confianza en las cosas materiales. El joven rico, de hecho, Jesús nos pide que disfrutar con confianza, dejando a sus garantías reales sobre bienes tangibles, para seguir libremente el Maestro (Marcos 10,17-31; Mt 19,16-30).

Jesús nos quiere hacer entender que sólo Dios es digno de nuestra confianza y nuestro abandono de la sucursal. Estamos aquí en cuenta las advertencias de Jesús sobre el peligro de las riquezas, y su venida (cf. Lc 16,19-30; 17,22-37, 18,24-27 y textos paralelos). El problema para las cosas materiales nos hace perder lo que más se necesita (Lucas 10:38-42) y nos llena de un problema trivial

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
1.      No se puede servir a Dios y a lo que se opone a él, en este caso, al dinero injusto ¿En qué nos hace pensar este convencimiento?
2.      Analicemos nuestra fe de acuerdo a lo que enfatiza este evangelio ¿En qué nos hace reflexionar?
3.      ¿Es bueno preocuparse de manera adecuada por lo material? ¿Por qué?
4.      ¿Por qué es incorrecto angustiarse desmedidamente por conseguir algo?
5.      No basta con preocuparse, hay que ocuparse de manera adecuada ¿Qué puedo pensar a partir de esto?
6.      “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia y todas esas cosas se les darán por añadidura”. Sigamos reflexionando esta frase.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Hagamos una oración en la que agradezcamos a Dios los beneficios principales que hemos recibido cada uno de nosotros y nuestras familias y comunidades.
·         Pidámosle que nos ayude a preocuparnos adecuadamente de nuestros problemas materiales.
·         Roguémosle que nos conceda esa fe que hoy hemos aprendido que en ocasiones nos ha faltado.
·         Pidámosle que nos ayude a convencernos de que debemos esforzarnos seriamente por los principios básicos del Reino para que lo demás venga por añadidura.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
 Imagina que Jesús habla a usted con estas palabras:
¿Por qué confundir la emoción? Déjame el cuidado de sus cosas y todo se calmará. Te digo la verdad de que cada acto de verdadero, el abandono ciego, completa a mí, que tiene el efecto deseado y resolver situaciones difíciles. Entrega a mí no significa romper, malestar y la desesperación, volviéndose hacia mí una solicitud de cambios se agitan después porque te siguen, por lo que en la oración agitación. Rendirse significa cerrar los ojos en silencio, desviar la mente de la tribulación y volver a mí porque yo sólo lo encontramos, como niños dormidos en brazos de su madre, al otro lado. Tantas cosas que funcionan cuando el alma en sus necesidades espirituales y materiales de los que se vuelve hacia mí, me mira y dice, "cree", cierra los ojos y descansar.

viernes, 25 de febrero de 2011

Lectio Divina viernes 25 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Ecle 6, 5-17; Salmo 118; Marcos 10.1-12

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

UN ASUNTO DELICADO



1. Hagamos las LECTURAS 
Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: -«¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?» Él les replicó: -«¿Qué les ha mandado Moisés?» Contestaron:-«Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.» Jesús les dijo: -«Por la terquedad de ustedes dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne."De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: -«Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – Dos  temas muy controvertidos hoy: indisolubilidad del matrimonio e infidelidad. El criterio de un cristiano para juzgar sobre las cosas no se puede basar últimamente en las evoluciones sociales o en los datos estadísticos o en las tendencias de una época, sino en la perspectiva de Dios. Respecto al matrimonio, su indisolubilidad no la ha pensado la Iglesia o una escuela de teólogos, sino Dios mismo, desde su proyecto inicial: «Los hizo hombre y mujer, de modo que ya no son dos, sino una sola carne». Nos lo recuerda hoy Jesús. En cuanto a la infidelidad lo que pasa es que en el mundo de hoy encontramos especiales dificultades para una fidelidad duradera. Estamos influidos por una sociedad de consumo que gasta y tira y cambia y busca nuevas sensaciones para satisfacer necesidades nuevas que nosotros mismos vamos creando. Vamos perdiendo así la capacidad de un amor total, de una entrega gratuita y estable, de un compromiso de por vida.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
Los fariseos proporcionan a Jesús la ocasión para hablar de un asunto delicado: el matrimonio y el divorcio. Sin dejarse seducir por una casuística sin mayor importancia y sin quedar atrapados en controversias de escuela, Jesús sitúa el debate en su verdadero horizonte, encauzando la solución desde su raíz: la intención original del Creador. Del carácter de alianza que posee el matrimonio, y no de mero contrato, deriva la fidelidad conyugal que Jesús proclama; una fidelidad sostenida y alentada por el amor, no por la ley.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? 
El matrimonio es el sacramento del Amor donde Dios habita en medio de un hombre y una mujer. Es lo más bonito y lo más difícil que el hombre y la mujer pueden hacer en este mundo. Requiere sobre dosis de paciencia, espera, comprensión, adaptación, tolerancia, renuncia de sí mismo, perdón… Convivir y crecer juntos nunca fue fácil; el proyecto de ser “una sola carne” (Mc 10, 8), es tan grande que no podemos dejarlo únicamente en nuestras frágiles manos, por eso es un sacramento donde Dios tiene que hacerse presente, siempre que se le deje, para que lleve adelante el proyecto de formar el matrimonio y la familia.

A los fariseos que interrogan a Jesús, no les importaba su posición frente al matrimonio, sino conocer su interpretación frente al divorcio, para ver si era laxo o estricto ante las distintas escuelas rabínicas que por aquel entonces interpretaban la Ley de Moisés, pues según algunas de ellas, bastaba que a la mujer se le quemara la comida para que el marido, contrariado por ello, le firmara el acta de repudio. ¿Era Jesús de manga ancha o estrecha? Jesús va a lo fundamental: tener un corazón de carne para poder llevar adelante este proyecto. Un proyecto de amor que implica igualdad de derechos, dignidad y obligaciones, y excluye toda relación de dominio.

Frente a las separaciones y fracasos matrimoniales, sólo Dios es quien debe juzgar, pero no estaría mal insistir en la necesidad de prepararse mejor antes de contraer matrimonio, de recibir una buena formación pre-matrimonial y de acompañar pastoralmente a las parejas en sus primeros años de convivencia. Creo que en nuestras comunidades y parroquias hay que cuidar más la pastoral matrimonial para ayudar a aquellos que se inician en esta andadura y a los que atraviesan momentos de dificultad. (así lo hacemos en la Parroquia, todos los terceros sábados de cada mes). Sin embargo, la respuesta al llamado es pobre y se apuesta al final cuando se tiene problemas y surgen así grupos en la iglesia como la Pastoral Familiar, Retrovaille, Encuentros matrimoniales, consejerías matrimoniales, etc. Con mucho respeto los llamo apaga fuegos o balsas de salvación de matrimonio. pero no de la fe y del amor a Cristo y a la Iglesia a través de la familia renovada y rescatada, incluso muchos dicen gracias por salvar mi matrimonio pero no vuelven a la Iglesia.

Por eso, como consolación y esperanza espiritual decimos que mientras haya amor y Dios lo sostenga, buscando la pareja un espacio para que Él se haga presente, habrá una sola carne, un solo corazón capaz de vivir lo que Dios ha unido para siempre.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

A nosotros estar juntos toda la vida nos parece una carga y, sin embargo, es un sueño. ¿Qué desea hondamente la persona que quiere? Que se la quiera generosamente, incondicionalmente, desinteresadamente y para siempre; que, aunque uno se olvide, no corresponda, en algunos momentos ser infiel, que la otra persona que me quiere no lo tenga en cuenta y se le olvide para siempre. Todos soñamos lo mismo. Los humanos cuando nos encontramos con un amor así es como si nos hubiéramos encontrado con Dios. Después en la vida las cosas ruedan de otra manera. Sin embargo, los sueños son los sueños, y los sueños de Dios son lo mejor para el hombre.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:
Bendito seas, Señor Dios: tú me recuerdas que vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos, y esta perspectiva cambia mi relación con la vida. No estoy caminando sin meta: la mía eres tú. No he llegado aquí por casualidad: mi origen eres tú. Por consiguiente, eres tú, Señor mío, quien da sentido y sabor a las relaciones conmigo mismo y con los demás, unas relaciones sazonadas con sentimientos de afecto y amistad. Da vigor a mi voluntad -siempre frágil- de conocer tu proyecto originario para cada hombre y para cada mujer, ese proyecto de amor y de alegría que tu Palabra me revela y que ha tomado carne sin equívocos en Jesús. Y así sepa yo dar el justo valor a lo que es humano y capturar en mi tiempo, fugaz fragmentos duraderos, reflejos de la eternidad.

PARA ACTUAR –  El matrimonio es el sacramento del amor y expresa la presencia viva de Dios en medio de quienes desean compartir sus vidas, unificadas por el amor mutuo; tal relación se fundamenta en el conocimiento profundo mutuo de las dos personas, en la ruptura de los estrechos límites del egoísmo para dar paso al compartir, a la amistad, al afecto, al encuentro íntimo de los cuerpos; por ello Jesús recuerda a los fariseos el elemento esencial de la unión matrimonial: Ser una sola carne, un solo ser, una sola persona.

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde había trabajado para hacerse una curación de una herida en la mano. Tenía bastante prisa y mientras se curaba la pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.

Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. —No—, me dijo. —Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce—Entonces le pregunté extrañado: -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?

Me sonrió y, dándome una palmadita en la mano, me dijo: -Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.

Tuve que contener las lágrimas mientras salía y pensé: “Esa es la clase de amor que quiero para mi vida”. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que quiere ser y de lo que ya no es…

jueves, 24 de febrero de 2011

Lectio Divina jueves 24 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Ecle 5,1-10; Salmo 1; Marcos 9, 41-50

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

LAS RIQUEZAS INJUSTAS PROVOCAN ESCÁNDALOS


1. Hagamos las LECTURAS 
No confíes en tus riquezas ni digas: «Soy poderoso»; no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos; no sigas tus antojos y condiciones ni camines según tus pasiones. No digas: «¿Quién me podrá?», porque el Señor te exigirá cuentas; no digas: «He pecado, y nada malo me ha sucedido» porque él es un Dios paciente; no digas:«El Señor es compasivo y borrará todas mis culpas.» No te fíes de su perdón para añadir culpas a culpas, pensando: «Es grande su compasión y perdonará mis muchas culpas»; porque tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados. No tardes en volverte a él ni des largas de una día para otro; porque su furor brota de repente, y el día de la venganza perecerás. No confíes en riquezas injustas, que no te servirán el día de su ira.

Del Evangelio según san Marcos 9, 41-50
Jesús dijo a sus discípulos: «El que les dé a beber un vaso de agua, porque siguen al Mesías, les aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonarán? Que no falte entre ustedes la sal, y vivan en paz unos con otros.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD – La riqueza, que Jesús llega a asemejar al Maligno, a lo diabólico, sustenta, en demasiadas ocasiones, desigualdades, injusticias y egoísmos. Esto se puede decir hoy también. Hay trabajos en precario, contratos de hambre y miseria en nuestro primer mundo y, por supuesto, en los países en vías de desarrollo. Salarios de injusticia que claman a Dios porque hacen acumular riqueza a unos, y pobreza  a otros. Nuestro primer mundo, rico y opulento, hace dietas y ayunos de adelgazamiento. El tercer y cuarto mundo, busca solventar su dieta de hambre. Y no puede. Esto clama contra nosotros. ¿Se dice para nosotros, también, que hemos engordado para el día de la matanza?


2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
El relato evangélico gira alrededor del “escándalo”, que significa ser obstáculo o tropiezo en el camino de fe de alguien, en especial de los “pequeños”, que pueden ser aquellos que han aprendido a hacerse como niños para entrar en el Reino o los pobres, los humildes, los más indefensos de la comunidad. Por lo que indica el texto, el proceso de fe de cada uno de los creyentes es un tesoro, es un don otorgado por Dios que se debe cuidar y alimentar, al que nadie tiene derecho de poner en peligro; por eso, el evangelista afirma que a quien escandaliza “más le valdría que le atasen una piedra de molino al cuello y lo arrojaran al mar”. En el mismo sentido se entienden los dichos referentes a la amputación de algunos miembros del cuerpo, hipérbole que emplea Jesús para exhortar a sus discípulos a alejarse del pecado y la tentación, con el fin de preservar la fe y mantenerse en el camino del Reino.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? 
Todos hemos tenido guías, personas que con su testimonio y ejemplo nos animaron en el camino de la fe, pues a la fe se accede, entre otros caminos, a través del ejemplo cercano; la fe se visibiliza en modelos, no perfectos pero sí atrayentes, que un día nos inspiraron. Las palabras mueven, los ejemplos arrastran. Hoy el Señor nos advierte de no caer en lo contrario: ser anti testigos, ahuyentar a otros, espantarlos con nuestras malas obras. Jesús no nos pide la perfección, sino la coherencia. Y es muy duro con aquellos que ponen en peligro la fe de los demás, pues es un don tan preciado, que nadie tiene derecho a destruirlo. A nosotros nos toca, ser guías, animar la fe de nuestros hermanos, no poner obstáculos para que duden y pierdan la fe.

¿Por qué nace el escándalo? ¡Cuántos creyentes se han desanimado con la incoherencia de muchos hombres y mujeres de iglesia, con su pecado y, sobretodo, su falta de arrepentimiento, la soberbia con la que siguen adelante! La búsqueda de poder y el egoísmo que busca la satisfacción personal por encima de todo, el ensalzamiento del dios “yo”, están detrás de toda acción escandalosa. Jesús es claro: “…más le valdría que le atasen una piedra de molino al cuello…” Mc 9, 42. Porque estamos llamados a todo lo contrario, a ser sal unos para con otros, a iluminar. Que tus hijos o tus amigos o tu esposo/a, compañero/a, compañeros de trabajo, etc., tengan fe no depende de ti. Pero sí que tú seas para ellos una luz en el camino, una pizca de sal en su vida, aún con tus imperfecciones. Recuerda, no la perfección, sino la coherencia es la que nos conduce a la santidad. Qué buena la recomendación final del Señor en el Evangelio de hoy: “Que no falte entre ustedes la sal, y vivan en paz unos con otros” Mc 9, 50.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
-No tardes en volver al Señor, no lo difieras de día en día.
El fracaso forma parte de toda vida humana. El pecado forma parte de toda vida humana. Más condenable que el pecado es endurecerse en él, rehusar reconocerlo y remitir día a día la confesión de ese mal. En efecto, el presuntuoso que no quiere reconocer su fracaso lo transforma en mal definitivo, haciendo casi imposible la conversión. En cambio, el pecador que reconoce su pobreza y confiesa su falta abre con ello la posibilidad de una nueva partida por el recto camino. ¡Envía, Señor, tu Espíritu para que seamos lúcidos! A menudo no sabemos discernir claramente el mal que cometemos.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?con el Salmo 1
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.  Será como un árbol  plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. 

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:
Dicen que detrás de las grandes riquezas hay grandes injusticias… Nos lo dice hoy la palabra: No confíes en riquezas injustas… La recompensa vendrá luego de haber dado un vaso de agua fresca por la causa de Jesús. Recapacitemos y evitemos los escándalos.  “¡ME DECLARO VIVO!”
·         El corazón está en emergencia por falta de amor. Hay que volver a conquistar la vida,  enamorarnos otra vez de ella.
·         Nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz.
·         Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros. Más no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.
·         La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.
·         Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez. Amo el  amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones.
·         La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la simplicidad. La gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa. La gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza.
·         Hay cosas que son muy razonables, objetivas y... apestan.
·         Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.
·         Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada.
·         Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz sólo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.
·         La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia. Cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual. La noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.

Lectio Divina miércoles 23 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: Ecle 4,12-22; Salmo 118; Marcos 9,38-40

PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

NO SOMOS LOS ÚNICOS BUENOS


1. Hagamos la LECTURA 
Dijo Juan a Jesús: -«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.» Jesús respondió: -«No se lo impidan, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mi. El que no está contra nosotros está a favor nuestro


VEAMOS NUESTRA REALIDAD   Importante lección para nuestros días, cuando por la "mundialización" actual, sentimos tan cercana la presencia de las muchas religiones del mundo, que antes nos pasaban desapercibidas. Hoy convivimos como vecinos cercanos de otras religiones. El espíritu ecuménico de Jesús debe llevarnos a aceptar y reconocer con gozo la presencia de Dios que actúa en todos los pueblos, que atrae hacia sí a los hombres y mujeres desde los múltiples caminos de las diferentes religiones, y que tales religiones no son caminos de condenación, ni siquiera caminos sin salvación, sino caminos que también conducen hasta El. Es preciso convertirnos al espíritu ecuménico de Jesús, a una valoración positiva de todo aquello que en realidad "no está contra nosotros, sino a nuestro favor".

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
El relato de hoy pertenece al tema sobre la actitud que la comunidad debe tener  frente a los que no pertenecen a ella.  Los discípulos sienten celos misioneros porque han encontrado a otros haciendo el bien en nombre del Señor. Jesús se opone a esa actitud intolerante de los discípulos, proponiendo una actitud abierta e incluyente, afirmando que lo fundamental del evangelio es hacer el bien, es promover la vida. Por otra parte, esta propuesta abierta manifiesta el carácter universal del discipulado, pues los miembros del grupo de los Doce, aun siendo los más cercanos a Jesús, no son los únicos interlocutores válidos del anuncio del Reino de Dios; todos los que se sienten llamados a la vida y a la solidaridad con los hermanos son anunciadores del evangelio.

b. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? 
Es otra de las tentaciones de «los buenos»: acaparar a Dios, monopolizar sus dones y sus bienes, sentir celos de que otros hagan cosas buenas que no se les habían encomendado oficialmente. Que puedan surgir en la comunidad movimientos e ideas que no teníamos controlados.
No somos los únicos buenos. No somos dueños del Espíritu. Deberíamos saber aceptar la parte de razón de los demás, reconocer sus valores, admitir que también otros actúan al menos tan inteligentemente como nosotros y con la misma buena voluntad, y alegrarnos de sus éxitos. Si otros han logrado expulsar demonios, ¿no debería eso llenarnos de alegría?
Porque no se trata de que el bien lo hagamos nosotros, para que nos aplaudan, sino que el bien se haga, sea quien sea quien lo haga, y que este mundo se vea liberado de sus demonios y opresiones. Y aplaudir nosotros, si han sido otros los que lo han conseguido.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
La túnica de Jesús está rota porque hemos ido tirando de ella, hacia un lado o hacia otro. Todos creemos que nuestro grupo, nuestro proceso, nuestra congregación, asociación, camino o lo que sea, es el que está en la verdad. Machado diría. “¿La verdad? No, tu verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.”
Falta humildad que, la verdad, no es un valor muy cotizado. “Si quieres conocer a fulanito, dale un carguito”, dice el refranero popular. Porque intentará imponer, a costa de lo que sea, su criterio. En Jesús todos estamos llamados a construir una humanidad plena. Nosotros colaboramos, y todos pueden colaborar si lo hacen para que el hombre y la mujer vivan en dignidad, en libertad, en fraternidad. Habrá que unir, más que dividir. La túnica de Jesús se reparará a través de una humanidad aunada en el amor, en el que todos nos reconozcamos como hermanitos.

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Oh Señor, perdónanos porque nos mostramos presuntuosos en las acciones que realizamos “en tu nombre”. Nos llenamos la boca, las manos, el corazón y la cabeza de ti, pero, después, nuestros sentimientos persiguen intereses y resultados egoístas. No permitas que los justifiquemos, porque no existe más que una sola justificación: la tuya, la redención llevada a cabo por medio de tu muerte en la cruz. Haz que nuestra única riqueza sea ver la pobreza del otro, para salirle al encuentro, y que nuestra pobreza esté repleta de la riqueza que el otro nos ha dado.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación: “Palo por que boga y palo porque no boga”. Así somos. Y así se nos va consumiendo la vida en protestas, quejas porque otro grupo hace y nosotros lo hacemos… Miremos lo que dice Chamalú, indio Quechua en su escrito: “¡ME DECLARO VIVO!”
Saboreo cada acto.
Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían  y mi conciencia me censuraba. Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome.
¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario! Desde entonces me atreví a ser como soy.
He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: católicos, religiosos pecando y asistiendo a misa puntualmente, pregonando lo que no son, personas que devoran al prójimo con su lengua e intolerancia, médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen con familia o amigos los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.
El árbol anciano me enseñó  que todos somos lo mismo.
La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando indetenible.
No es suficiente querer despertar, sino despertar.  La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos  incomoden a quienes duermen al lado.
Recuerda que el deseo de hacerlo bien será una interferencia. Es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto.
La meta no existe, el camino y la meta son lo mismo. No tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.
No, no te resistas, ríndete a la vida. Quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, encarna las utopías y lo imposible se pone a disposición.
La mejor manera de ser feliz es: 'ser feliz’.  Reconstruye tu raíz y saborea la vida.
Somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos.
La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte.
Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos. Pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

Lectio Divina martes 22 de febrero 2011, Tiempo Ordinario, Ciclo – A- Lecturas: 1Pedro 5,1-4; Salmo 22; Mateo 16,13-19


PARA REFLEXIONAR CON LA PALABRA

ESPONTANEIDAD, FRANQUEZA, CONFIANZA


1. Hagamos la LECTURA 
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

VEAMOS NUESTRA REALIDAD   Espontaneidad, franqueza, confianza. Tres rasgos que hacen del Simón que se encuentra con Cristo, el Pedro de la fe. Tres actitudes que tienen que acompañar mi proceso de profundización en el descubrimiento-encuentro con el “Hijo de Dios vivo”. Tres cualidades que ayudan a crecer a la Iglesia cimentada en la roca del Apóstol. La confesión de Pedro, espontánea- franca- confiada, construye Iglesia. Y, de buena gana, podemos hacerla crecer con esa misma frescura que viene del Espíritu y que no nos revela nadie de carne y hueso.

2.  MEDITEMOS la lectura
a. ¿Qué dice el texto?
En esta Fiesta, en que celebramos "La Cátedra de san Pedro", Príncipe de los Apóstoles, podemos fijarnos en el ejemplo de fidelidad a Jesucristo que brilla sobremanera en el que fue, antes de ser elegido, un pescador de tantos en Galilea. Quiso que su vida no fuera sino lo que el Hijo de Dios determinara. Y podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que todo el interés de Pedro, a pesar de su carácter fuerte e impetuoso, se centraba de modo exclusivo en Jesús. Era su deseo cumplir en detalle la voluntad de Jesús, que es tanto como decir cumplir la voluntad de Dios.
Pedro pecó. Fue débil en aquel momento y posiblemente en otros muchos que no nos han revelado las Escrituras. Sin embargo, a pesar de sus pecados, volvió al Señor y hoy podemos celebrar su Cátedra: su autoridad, concedida por Jesucristo y asentada en Roma como Pastor universal de la Iglesia. Recordamos con alegría que su arrepentimiento –lloró amargamente, relata San Marcos tras haber negado a Cristo–, era manifestación de su amor a Jesús, más fuerte que cualquiera de sus pecados. El hombre más feliz y perfecto es aquel en quien mejor se cumple la voluntad de nuestro Creador y Señor. 

b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? 
A la luz del evangelio siempre volvemos a encontrarnos: celebrando a Pedro como apóstol (29 de junio) y celebrando a Pedro como roca (22 de febrero). No son dos perspectivas opuestas, pero sí diferentes. La figura de Pedro da pie para ello.
¿Quién no conoce la historia de Pedro? Debió de ser un hombre decidido, entusiasta, generoso, fiel a su maestro y amigo, desde el día en que lo miró Jesús y le cambió el nombre de Simón por el de Cefas, piedra sobre la que iba a edificar su Iglesia.
Tenía, no obstante, sus debilidades. Es el que puede ir andando sobre las aguas. Pero es el que luego comienza a hundirse. Es el que alardea de que, aunque todos los discípulos negasen a Jesús, él nunca lo haría. Después lo hizo. Negó a Jesús, pero sintió sobre sí la mirada de amor de su maestro y "lloró amargamente". Por eso, más tarde, después de la resurrección, ya no presumirá de amar a Jesús más que sus compañeros. Se limitará a decir esa bella frase con la cual nos sentimos tan identificados: "Tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero".
Tras la resurrección de Jesús, el rudo pescador se convierte en un apasionado predicador y padre de nuevas comunidades. El que tiene el poder de atar y desatar, el que tiene también la función de "confirmar a sus hermanos".
Es esencial que los hombres y mujeres de hoy, todo los creyentes, sigamos mirando a ese Pedro que es piedra y que da firmeza, coherencia y serenidad a nuestra fe.

3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón
La liturgia celebra hoy no tanto el hecho de que Pedro fuera obispo de Roma, como en qué consiste su función. En respuesta a la profesión de fe de Pedro, Jesús le llama Pedro, “Roca”, sobre la que la Iglesia habrá de edificarse. Como Pedro mismo sabía muy bien, el pastor es el modelo de su grey, dedicado al servicio del pueblo de Dios. 

4.  OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios?
Oh Dios Todopoderoso: Tú nos has dado el testimonio de los apóstoles como la roca firme en la que podemos confiar. Donde está Pedro, allí está la Iglesia. Pero vemos hoy que la barca de Pedro está convulsionada; somos con frecuencia como niños caprichosos no acostumbrados a nuestra libertad reencontrada. Haz, Señor, que empleemos esta libertad con responsabilidad y no permitas que perdamos nuestra compostura. Danos la seguridad de que tú estás siempre con nosotros y guárdanos optimistas con respecto al porvenir, ya que es tu futuro y tú eres nuestra roca, ahora y por los siglos de los siglos.  Amén.

5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? 
Motivación:  ¿Quién decimos nosotros que es Cristo? Con Pedro profesamos que él es el Cristo, el Ungido, el Hijo de Dios vivo. “A TI TE ENTREGO LAS LLAVES”
A ti te entrego las llaves: en tus manos pongo la creación entera,  también mi Reino, mis ilusiones y mi confianza y palabra de Padre. Te hago portero de esperanzas y proyectos para que te sientas libre y responsable.

Llaves para abrir las puertas cerradas, los corazones duros e insolidarios y todos los secretos fabricados. Llaves para repartir los bienes de la tierra, todo lo que puse y produce, sin que te sientas ladrón de haciendas.

Llaves para mostrar todos los tesoros de arcas, baúles y bibliotecas, y poder sacar las cosas buenas. Llaves para dar a conocer los misterios de la ciencia y desenredar conciencias.

Llaves para abrir lo que otros cierran -Iglesias, fronteras, fábricas, bancos—,  quizá tu casa, tu patio, tu cuenta.  Llaves para entrar en cárceles, quitar trabas, soltar cadenas, anular grilletes, conocer mazmorras.

Llaves para perdonar barbaridades, quitar miedos y culpabilidades  y andar con la espalda bien alta.  Llaves para que nadie encuentre  las puertas de su camino cerradas, aunque sea de noche.

Llaves para desatar leyes, normas, mandatos y edictos de gobernadores, representantes y falsos dioses.  Llaves para liberar a los que sienten que tienen las puertas cerradas y la vida hecha y planificada.

Llaves para que los insensatos  no pierdan el tiempo quejándose, y puedan entrar aunque lleguen tarde. Llaves para que siempre puedas,  a quien llega a tiempo o deshora, enseñar tus entrañas, tus rincones.

Llaves para abrir heridas -en el cuerpo, en el alma, en las estructuras- y así poder curarlas. Llaves para cuidar y mostrar la buena noticia, mi casa, mis tesoros de Padre y Madre.

A ti te entrego las llaves; pero mira los rostros setenta veces siete  antes de creerte juez, clérigo o jefe.